Yolanda Díaz hace tiempo que busca su hueco político. Y sus votos. Con esa óptica empezó hace tiempo a hablar de un plan: que entre todos paguemos la reforma de los barrios de los más vulnerables. O, dicho de otro modo, que entre todos financiemos su anuncio electoral de que los que menos ganan vivan como los que ganan algo más, pagando todo, por supuesto, los que ganan por encima de la media española -que no llega a 30.000 euros anuales-.
Ahora, Sumar da un paso más. Y lo que era un mero plan tiene ya forma de proposición de ley. Y en su articulado figura la creación, por exigencia legal, de un fondo para que todas las reformas de los barrios y viviendas de los vulnerables sean costeadas, adicionalmente a los actuales pagos fiscales, por el presupuesto general, es decir, por todo el resto de propietarios y contribuyentes.
La promesa no es moderada: Yolanda Díaz ofrece con su norma una "rehabilitación integral" de los barrios con menos ingresos. El "Artículo 1. Objeto" deja claro este fin: "La presente ley tiene por objeto mejorar las condiciones de vida de las personas que residen en barrios o áreas vulnerables y reducir los niveles de desigualdad que existen en dichos entornos urbanos, mediante la transformación de las condiciones urbanas, sociales, económicas y ambientales, a fin de eliminar las barreras que impiden el pleno desarrollo de sus habitantes y combatir las dinámicas de exclusión que generan la aparición de este tipo de zonas urbanas".
"Fondo de Recuperación"
Reducir la "desigualdad". ¿Hasta dónde? Hasta donde quiera Sumar. El "Artículo 2. Herramienta para desarrollo del objeto de la ley" da una idea. "1. Se crea y regula el Fondo de Recuperación, Ambiental, Urbana y Social de barrios y zonas vulnerables del Estado (FRAUS)". Además se dice que "el Fondo de Recuperación debe contribuir a evitar el riesgo de fractura social y hacer frente a la crisis ambiental mediante la mejora de las condiciones de vida de la población en los barrios y áreas que sufren déficits urbanísticos, baja calidad de la edificación, carencia de equipamientos y servicios, dificultades de accesibilidad, riesgos ambientales, exposición grave a los efectos de la emergencia climática, alta vulnerabilidad social y riesgos de exclusión".
Es decir, que la "baja calidad de la edificación" también se mete en el fondo. Con lo que, si se tiene que igualar la "calidad" de la vivienda con la de quienes han pagado más por su casa, la solución está clara: pagar en esos barrios pisos iguales a los de quienes ya los han pagado con su trabajo en otros sitios.
El punto 3 de ese artículo de más datos: "Así mismo, al objeto de prevenir y corregir la aparición o consolidación de áreas urbanas de exclusión, la presente ley establece líneas estratégicas de intervención en diseño y regeneración urbana orientadas a la equidad territorial y a garantizar condiciones de plena integración de todas las barriadas y sus habitantes".
Finalidades de esta ley
Y es que los fines de esta ley son los siguientes: "A) Prevenir la aparición de nuevos barrios o áreas vulnerables mediante la implementación de políticas encaminadas a favorecer la equidad territorial de nuestros núcleos urbanos. B) Prevenir aquellas actuaciones urbanísticas, de política de vivienda, sociales o de otro tipo que conllevan la creación de zonas de concentración de problemáticas sociales y económicas susceptibles de devenir en nuevos barrios o áreas vulnerables. C) Reducir las desigualdades sociales y contribuir a la equidad territorial, mediante la implantación de servicios públicos que permitan hacer frente a los efectos de la segregación residencia".
Y otros tantos, entre los que figura "fomentar la igualdad de género y la desaparición de las desigualdades en el uso del espacio urbano, de los equipamientos y de los servicios"; "promover la rehabilitación de inmuebles de uso residencial y la regularización de la titularidad de las viviendas y de sus servicios básicos"; o "mejorar la calidad del espacio urbano".