
Tras prometer 184.000 viviendas sociales y no construir prácticamente ninguna, el partido de Pedro Sánchez recurre ahora al impulso de las cooperativas de ciudadanos para que sea la propia población la que resuelva el problema de la falta de viviendas. Todo un alarde imaginación.
El plan del PSOE pasa por "impulsar, en coordinación con todas las administraciones competentes y con pleno respeto a sus respectivas competencias, una estrategia de actuación para favorecer el modelo de vivienda cooperativa en cesión de uso", algo que no tiene nada de novedad. También quieren los socialistas "reconocer la vivienda cooperativa en cesión de uso [del suelo] como un modelo de acceso a la vivienda no especulativa y sin ánimo de lucro, que contribuye a aumentar el parque de vivienda social y asequible a largo plazo y comprometido con la sostenibilidad, economía social y solidaria y el fortalecimiento de dinámicas comunitarias". Y esto si huele a cierta novedad y nada positiva. Porque podría abrir la puerta a que la vivienda promovida en cooperativa, encima, tendría limitaciones sociales para los impulsores.
En tercer lugar, los socialistas quieren "desarrollar una política pública propia y específica de fomento y apoyo al cooperativismo de vivienda en cesión de uso, de forma transversal y desde los distintos ministerios implicados" y "seguir asimilando el régimen cooperativo en cesión de uso al régimen de alquiler, tal y como sucede en los planes estatales de vivienda y otras políticas públicas, en la medida en que el régimen de cesión de uso de la vivienda es la forma natural y más adecuada para desarrollar modelos de alquiler asequible en el ámbito cooperativo".
Fomentar la cesión de suelo
El plan del partido de Pedro Sánchez busca igualmente "promover todas aquellas modificaciones normativas necesarias que faciliten el funcionamiento de este modelo" y "fomentar la cesión de suelo o patrimonio público por parte de las diferentes administraciones públicas, para que cada una dentro de sus competencias, aporten para incentivar este tipo de viviendas".
Por último, piden "estudiar medidas de apoyo para la promoción de propuestas de este tipo de viviendas, profundizando en su estímulo a través de los diferentes programas incluidos en el nuevo Plan Estatal de Vivienda 2026-2030, continuando lo ya ha iniciado en los planes vigentes, o mejorando las condiciones de los créditos ICO".
Argumentos que suenan a tópico
Los argumentos no aportan mucho más y suenan a tópico: "Garantizar el derecho a una vivienda digna y adecuada para todas las personas es uno de los grandes retos colectivos que afrontamos como sociedad. Asimismo, este reto debe ir vinculado a la transición hacia un modelo económico y social que ponga en el centro el cuidado de las personas y del medio ambiente". Y que "la legislación vigente establece objetivos clave en este sentido, señalando diferentes vías para alcanzarlos. Más allá de las distintas normas a nivel internacional y europeo, en relación al ámbito estatal, existe la Ley 12/2023, de 24 de mayo, por el derecho a la vivienda, donde se establece el reconocimiento de su función social, así como la obligación y responsabilidad por parte de las administraciones públicas de garantizar el derecho a una vivienda asequible".
El PSOE concluye explicando que "en este modelo la promoción, construcción y explotación son gestionadas y controladas por las personas socias, que son usuarias de las viviendas o alojamientos, lo que asegura su asequibilidad y ausencia de lucro. Este es un modelo parecido al alquiler asequible, pero desarrollado en régimen cooperativo, un modelo en el que se promueve la generación de comunidad y de apoyo mutuo, los cuidados, la eficiencia energética y el ahorro económico y la reducción del impacto ambiental en toda la vida útil del edificio". Traducido: que los ciudadanos ponen el dinero y no obtienen ganancia. Y, por el camino, el PSOE busca que sean otros los que cumplan su promesa de casi 200.000 viviendas sociales.


