
La realidad de la vivienda en España vive uno de sus momentos más complicados de todo el siglo XXI, más incluso que lo vivido durante y tras la crisis inmobiliaria del año 2008. La combinación de los altos precios del alquiler, motivado por la escasez de viviendas ante el gran aumento de demanda de esta, unido al crecimiento de la "okupación" ha hecho que tanto caseros como inquilinos se vean cada vez con más dificultades.
Ante esta situación de inacción por parte del Estado, pues no permite la creación de vivienda ni la incentiva, al mismo tiempo que permite a los okupas campar a sus anchas, uno se pregunta si el mercado es capaz de hallar algún tipo de parche o solución a este grave problema, y la respuesta es que sí. Hay una alternativa que ya está funcionando en países de Europa como Francia, Reino Unido o Países Bajos, entre otros, y que combate tanto los altos precios del alquiler como la "okupación". Te lo contamos en este artículo.
En los años 80, surgió en los Países Bajos un fenómeno llamado "tutela de la propiedad" (property guardianship) como forma de combatir las okupaciones, según la Universidad de Durham. Este concepto surgió a raíz de la proliferación de okupaciones en Amsterdam, cuando el movimiento okupa contaba con más de 20.000 personas entre sus filas.
A raíz de esto, nacieron las agencias de gestión de propiedades, que, trabajando en nombre de los propietarios, estas agencias desarrollaron lo que se conoció como estrategias "antikraak" o "antiokupación", reclutando personas para vivir en escuelas abandonadas, centros de ocio, monasterios y también antiguas comisarías de policía. Estos peculiares inquilinos no pagaban alquiler, sólo facturas de luz y agua. Aunque no tenían privacidad ni protección, y podían desalojarles con tan sólo dos semanas de aviso.
No obstant), este movimiento fue creciendo y se extendió por más lugares de Europa, llegando a las capitales de países como Irlanda, Francia, Alemania, Bélgica y Reino Unido. Según Property Guardians Providers Association, que es una de las empresas dedicadas a hacer de intermediarios entre los posibles "guardianes" y los propietarios, en 2019 había un total de casi 60.000 guardianes en todo Reino Unido y más de 600.000 solicitudes para serlo, lo que nos habla de un movimiento que ha ganado mucha popularidad.
Guardianes y propietarios ganan
Teóricamente, es un trato con el que ambas partes salen ganando. Por un lado, los propietarios ganan porque evitan que sus propiedades sean ocupadas, vandalizadas o destruidas a cambio de dejar vivir en sus propiedades a personas que cuidaran de ellas a cambio incluso de un alquiler. Por otro lado, los "guardianes" salen ganando también porque pagan un alquiler mucho más bajo que el que pagarían a precios de mercado, y a cambio tienen que mantener el lugar seguro y vigilado de los posibles okupas o vándalos.
Ante toda esta situación, el mercado ha captado la señal y ya habría en torno a 40 empresas intermediarias entre "guardianes" y propietarios, según informa el propio gobierno de Reino Unido. El incremento sideral en el número de "guardianes" se explica de forma muy sencilla comparando lo que se paga en un alquiler tradicional en Reino Unido y lo que se paga a través de este mecanismo. De acuerdo con DEX Property Management, los alquileres tradicionales en Londres superan las 600 libras a la semana, mientras que los guardianes estarían ahorrándose entre un 50% y un 60% del coste de vivienda en comparación con lo que tendrían que pagar en el mercado del alquiler.
Sea como sea, la "tutela de propiedad" supone una alternativa a los prohibitivos precios del alquiler en las grandes ciudades, y también minimiza el riesgo de okupación de las propiedades vacías. Este fenómeno de los "guardianes" nos muestra como el mercado, aun no siendo esto el modelo ideal, encuentra sustitutivos a la dejadez de funciones y a la ineficacia del Estado en materia de vivienda.

