
Sumar a lo suyo: reducir la producción de alimentos en España por supuestos motivos ecológicos. Un nuevo ataque al campo que, ahora, además, coincide con el agravamiento de la amenaza de Rusia, algo que debería llevar justo a lo contrario: a diseñar un plan del eliminación de trabas para garantizar la producción de alimentos.
Todo es culpa del cambio climático. La desertización se expande, aunque estemos con los ríos desbordados. Y la capacidad productiva de los agricultores debe ser aún más recortada. Esa parece ser la tónica de todos los postulados de los comunistas, que acaban de inyectar un nuevo plan para limitar más la producción de alimentos. "En la actualidad, el cambio climático es uno de los desafíos más urgentes y palpables que enfrenta la sociedad. Los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor, sequías prolongadas, tormentas intensas y la subida del nivel del mar, son ya evidentes a escala global", afirma el partido de Yolanda Díaz.
"La quema de combustibles fósiles, la deforestación, la industrialización y, en particular, la agricultura y ganadería intensiva, son los principales motores de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)", prosiguen los comunistas. "Estas prácticas liberan grandes cantidades de C02, metano y óxidos de nitrógeno a la atmósfera, exacerbando el calentamiento global y alterando los ciclos naturales del clima", añade Sumar en pleno debate europeo sobre la necesidad de prepararse para consecuencias bélicas más profundas por culpa de Rusia.
"En concreto, el sector agrícola y ganadero es uno de los mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero. Los sistemas agrícolas tienen un doble papel: por un lado, como emisores de GEI y, por otro, como sectores vulnerables a los efectos del cambio climático. En este contexto, la agricultura industrializada, la cual se basa en el uso masivo de fertilizantes sintéticos, pesticidas, maquinaria pesada y monocultivos, tiene un impacto ambiental desmesurado", prosigue Sumar en su nueva cruzada contra el campo.
Menos alimentos y más caros
Y Sumar exhibe su solución: una producción agrícola exigua y mucho más cara. "De este modo, cobra relevancia y trascendencia la producción ecológica, también conocida como biológica u orgánica, la cual se presenta como una alternativa crucial. Este sistema de gestión y producción agroalimentaria combina las prácticas ambientales óptimas, ofrece un elevado nivel de biodiversidad y de preservación de los recursos naturales y garantiza la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal". Traducido: menos alimentos y más caros. Todo ello, en plena emergencia de la necesidad de garantizar suministros por el agravamiento de la amenaza rusa.
Este modelo excluye el uso de productos químicos de síntesis, favorece el manejo de la materia orgánica y promueve técnicas como la rotación de cultivos, el control biológico de plagas y el fomento de la biodiversidad. Además, los sistemas ecológicos son menos vulnerables y poseen una mayor capacidad para restaurar la biodiversidad y mejorar la calidad del suelo, lo que contribuye a un equilibrio ecológico a largo plazo", añaden desde Sumar.
Por ello, el partido de Yolanda Díaz reclama "un plan estratégico para la producción ecológica que aborde de forma integral los retos de la producción, transformación, comercialización y consumo de productos ecológicos y avance en la consecución de los objetivos del sector de cara a 2030".
"Sostenibilidad medioambiental"
También, "continuar promoviendo la producción ecológica por su impacto positivo en el mundo rural, ampliando las políticas públicas que fomenten esta forma de producción, que apoyen la agricultura y ganadería ecológica mediante incentivos y subvenciones y que protejan la biodiversidad, los suelos y los recursos hídricos". Igualmente exige "fomentar, a través de campañas y acciones concretas, la promoción de un consumo responsable y la lucha contra el "greenwashing" que pongan de relieve, entre otras cuestiones, sus beneficios para la salud pública, el desarrollo económico local y la sostenibilidad medioambiental".
Y, por último, "promover que el 20 % de las compras públicas sean ecológicas, tal como establece el Plan de Acción Europeo, y la reducción del IVA sobre los productos ecológicos por su impacto positivo en la sociedad".


