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El "viejo y harto" dueño de Sargadelos anuncia el cierre tras una incendiaria carta a Yolanda Díaz

La fábrica recibió una multa de Inspección de Trabajo y su dueño contestó con una dura carta afirmando que sólo le queda cerrar.

La fábrica recibió una multa de Inspección de Trabajo y su dueño contestó con una dura carta afirmando que sólo le queda cerrar.
El propietario de Sargadelos, Segismundo García, ha comunicado a la plantilla de su fábrica de Sargadelos, en el municipio lucense de Cervo, su intención de cerrar. | EFE

La emblemática firma Sargadelos podría estar a punto de cerrar: la empresa de piezas de cerámica, cuyo origen se remonta al siglo XIX, es una seña de identidad de Galicia y cuya fábrica es incluso Bien de Interés Cultural, recibió hace unos días una multa de Inspección de Trabajo y su administrador único, Segismundo García, reaccionó denunciando las trabas para la empresa y avisando de que desea cerrarla.

El origen de la situación está en una visita de Inspección de Trabajo tras la denuncia de dos trabajadoras, que acabó con una sanción de 5000 euros para la empresa y la solicitud de corregir las deficiencias detectadas en la fábrica de Cervo. García contestó enviando una carta a Inspeccion pidiéndole que cerraran y precintaran la empresa: "Les encarezco, pues, a que procedan al cierre y precintado de estas instalaciones, con el fin de evitar desgracias y enfermedades profesionales que, no lo duden, esta dirección deplora y de las que quiere eludir cualquier tipo de enfermedad", explicaba en la misiva.

García agradecía con ironía a Trabajo "su interés y preocupación" e indicaba que "echa de menos un pequeño detalle: la viabilidad económica de la compañía". Apuntaba que la dirección de la empresa "no se ve capacitada" para acometer todas las obras que se le exigen y lamentaba que, según Trabajo, la fábrica pueda "ocasionar enfermedades graves a los que en ella trabajan".

"Ciertamente, no sé si son conscientes de que la vida misma acaba causando la muerte. Pero así está la situación y así es el Sistema que ustedes representan, por lo que a este humilde servidor no le queda más remedio que acatarlo", rezaba la carta.

"Parálisis productiva del país"

García también advertía a Trabajo que, además de las 36 deficiencias que se detallaba en la documentación de la multa, examinadas las normativas vigentes, "existen otras 283 faltas o incumplimientos". "Este contribuyente, ya viejo y harto, suplica que no sean indulgentes en la exigencia del estricto cumplimiento de la legalidad. Eso sí, les ruego que no lo generalicen porque pueden provocar la parálisis productiva del país", sentenciaba.

Tras el choque con Trabajo, este miércoles García ha confirmado a la plantilla su intención de cerrar la empresa, según han informado a EFE fuentes sindicales, una noticia que ha sido acogida con sorpresa por los trabajadores. Según CCOO, no ven "comprensible, ni razonable, ni de una persona normal, que un empresario quiera cerrar una fábrica porque la Inspección de Trabajo hace su labor y lo sanciona". En la misma línea, ha recalcado que "la ley hay que respetarla".

"Nadie está por encima de la ley. No creemos que sea bueno para la comarca ni para Galicia que un empresario amenace a los trabajadores porque la Inspección de Trabajo le impone 5.000 euros de multa". "Lo que se debe hacer es trabajar para que no haya esas multas y cumplir los derechos laborales de todos los trabajadores", ha señalado el sindicato.

Las explicaciones de Trabajo

Desde el Ministerio de Trabajo han trasladado que las actuaciones impulsadas por Inspección en 2025 en la fábrica de cerámica Sargadelos en Lugo están motivadas por la solicitud de un informe de enfermedad profesional por silicosis.

En concreto, fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que dirige la gallega Yolanda Díaz, han precisado a consulta de Europa Press que dos trabajadoras de la empresa han desarrollado neumoconiosis (un grupo de enfermedades pulmonares crónicas que se producen por inhalar polvo de minerales o metales).

Según el Ministerio, además de emitir el correspondiente informe sobre la enfermedad profesional, la Inspección impone una sanción de 5.000 euros por "la falta de medidas adecuadas para evitar la exposición de una trabajadora afectada a polvo de sílice en su puesto de trabajo".

Asimismo, se requirió a la empresa que subsanase otras cuestiones, como la de proporcionar a las personas trabajadoras "equipos de protección individual adecuados". Del mismo modo, se pidió a la empresa que realizase mediciones higiénicas de polvo de sílice y que tomase medidas para el suministro adecuado de ropa de trabajo, entre otras cuestiones.

Atendiendo a estos resultados por parte de la Inspección, el Ministerio considera que "no hay entidad ni en las sanciones ni en las obligaciones derivadas de los requerimientos que motiven un cierre de empresa". Finalmente, Trabajo avisa de que "siempre va a defender la salud y la seguridad de las personas trabajadoras sea cual sea su puesto de trabajo y por encima de cualquier otra consideración.

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