Nuevo capítulo en el conflicto entre el dueño de la fábrica de piezas de cerámica Sargadelos y la Inspección de Trabajo dependiente de Yolanda Díaz. Tras la multa de 5.000 euros y una inspección que señaló 36 deficiencias, consecuencia de una denuncia de dos trabajadoras, el propietario, Segismundo García, escribió a Inspección para anunciar que cerraría ante la inviabilidad de acometer las mejoras. La fábrica amaneció al día siguiente cerrada y entre los nervios de los empleados, la Xunta anunció una mediación con el empresario.
La situación, sin embargo, sigue lejos de resolverse. El último movimiento de García fue ofrecer a sus trabajadores que cogieran vacaciones esta semana o bien, si querían entrar en la fábrica, lo hicieran "bajo su responsabilidad". Este lunes, parte de ellos han cogido las vacaciones, otros han permanecido a las puertas de la fábrica y algunos han entrado en las instalaciones.
"Oscurantismo"
Ante la situación, los sindicatos CCOO, UGT y CIG han pedido una reunión con carácter urgente a la Inspección de Trabajo. Reclaman conocer el expediente laboral abierto a la empresa, iniciado por la denuncia de dos trabajadoras que desarrollaron silicosis. Entre los trabajadores que han querido entrar en las instalaciones, "unos pocos", señalan que no tienen una ocupación efectiva" y están "sentados pero sin trabajar". En cualquier caso, José Antonio Zan matiza que desconocen cuál es la situación exacta, toda vez que lo que predomina es "el oscurantismo".
El representante de CC.OO. José Antonio Zan, ha criticado al Ministerio y a quien lo dirige: Yolanda Díaz, denuncia, "está desaparecida". También ha habido críticas para la Xunta, a la que piden "agilidad" en las conversaciones que emprendió el consejero de Empleo, José González, la semana pasada. "Son muchos puestos de trabajo en juego", ha denunciado, "se está vulnerando derechos laborales" y con "riesgo para la salud". Entre sus propuestas, "una expropiación" o un "proceso en el que se busque un proyecto industrial" con un papel "central" de la administración. Mientras, Trabajo ha señalado en todo momento que el cierre no ha sido requerido y que existe un plazo para efectuar las mejoras.
La Xunta pide a García que "entre en razón"
Desde la Xunta, se insta al administrador único García a "entrar en razón". El portavoz parlamentario del PPdeG, Alberto Pazos, aseveró la semana pasada que "debe recapacitar su fulminante decisión" porque las deficiencias detectadas en la empresa "son totalmente subsanables para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores sin implicar el cierre de la empresa". "Pero también hay que ser conscientes de la complejidad que supone la adaptación de un entorno laboral en un espacio declarado como bien de interés cultural, como es el caso de la planta de Sargadelos en Cervo", dijo.
El propio presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, manifestó también el viernes que espera que lo antes posible "las cosas vuelvan a la normalidad". Sobre las medidas correctoras pedidas por Trabajo, señaló que aunque se pueda flexibilizar, "la legislación laboral está para cumplirla" y, "si hay alguna deficiencia, debe ser corregida". Las consejerías "más directamente implicadas" de su Gobierno están actuando para intentar que se llegue a una "buena solución". "Si no, lógicamente, ya sería otro tipo de planteamiento y ahí estaría la Xunta también", avisó.