El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, viaja a Washington D.C para reunirse con el presidente del Banco Mundial, Ajay Benga, y con el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent.
Fuentes del ministerio indican que "el viaje de la delegación se produce en coordinación y contacto continuo con la Comisión Europea" y solo un día después de que el Comisario de Comercio de la Comisión, Maroš Šefčovič, haya visitado a su homólogo estadounidense, el secretario de Comercio, Howard Lutnick.
Sin embargo, el viaje se produce también solo unos días después de que Bessent criticase la gira de Sánchez por Asia y su visita a China, asegurando que sustituir a los norteamericanos por los asiáticos como aliados "sería como cortarse el cuello".
En el ministerio de Economía desligan el viaje de estas críticas y lo enmarcan en "la normalidad". Incluso aseguran que "se trata de mantener una relación que es habitual con los homólogos, como se ha mantenido siempre con la administración estadounidense" y lamentan que, hasta ahora, no hayan podido tener un encuentro.
Según el entorno de Cuerpo, el objetivo es "fortalecer lazos con uno de nuestros mayores socios comerciales". EEUU supone casi el 5% de las exportaciones españolas y diversos sectores podrían verse golpeados si finalmente Trump pone en marcha los aranceles que anunció y que la semana pasada pausó durante tres meses.
"Lamebotas y vasallo"
Podemos acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de actuar como un "vasallo y un lamebotas" de Donald Trump al enviar a Carlos Cuerpo a EEUU. Así se ha pronunciado el portavoz de la formación morada, Pablo Fernández, en rueda de prensa. Interpretan esta visita como un intento deliberado de apaciguar el malestar generado en la Administración Trump a raíz de la reciente visita del presidente Sánchez a China.
Consideran que Cuerpo acude a EEUU para "prosternarse" ante Donald Trump adoptando una actitud propia de un "súbdito", en lugar de enfrentarlo allí donde más le dolería. La formación insiste en su firme voluntad de promover la expropiación de todas las propiedades inmobiliarias en manos de ciudadanos estadounidenses en territorio español, así como quitarles todas las acciones que tengan en empresas estratégicas nacionales, como informa Leticia Barquín.