España está enfrentándose a uno de los retos más críticos de su historia reciente en materia energética: un apagón nacional de gran magnitud que está poniendo a prueba todo el entramado que garantiza el suministro eléctrico. En el corazón de esa operación de rescate se encuentra el Cecoel (Centro de Control Eléctrico), el cerebro operativo que vigila en tiempo real el transporte de la electricidad desde las centrales de generación hasta los hogares, hospitales e industrias.
Aunque pocos lo sepan, el Cecoel no trabaja solo. Un centro gemelo, oculto en una ubicación secreta de la Península, replica su funcionamiento segundo a segundo para garantizar la continuidad del servicio en caso de emergencia. Situado en la sede de Red Eléctrica de España en La Moraleja (Madrid), el Cecoel trabaja las 24 horas con un equipo de 113 operadores que supervisan más de 240.000 señales actualizadas cada 12 a 20 segundos. Frente a ellos, un videowall de 32 pantallas muestra el pulso eléctrico del país. El escenario más temido se ha hecho realidad.
Resiliencia energética
La labor fundamental del Cecoel es mantener el equilibrio entre la electricidad que se genera y la que se consume. Cualquier desviación de los 50 Hz de frecuencia implica riesgo de fallo en cadena. Durante el apagón, las alarmas se han disparado en el centro cuando las frecuencias comenzaron a desestabilizarse.
El equipo de Operaciones de Red Eléctrica están realizando medidas extraordinarias: redistribución inmediata de cargas, telecontrol de generación eléctrica y contacto directo con centrales para ajustar la producción. Todo ello, siguiendo protocolos milimétricos diseñados para situaciones extremas y con la intención de devolver la luz a España.
No es la primera vez que el Cecoel afronta un desafío de estas características. En 2010, durante la final del Mundial de Fútbol, una desviación inesperada en la demanda de energía casi provoca un apagón. Entonces, el trabajo del centro evitó que el país se quedara sin electricidad en uno de sus momentos más históricos. Ahora, al tratarse de un apagón de tal magnitud, no se ha podido hacer frente en estos momentos.