
La "guerra comercial" entre Estados Unidos y el resto del mundo sigue más viva que nunca a pesar de la pausa de 90 días que estableció el presidente Donald Trump hace justo un mes. Así pues, los países afectados no se están quedando de brazos cruzados y la Unión Europea (a través de la Comisión Europea) ha anunciado este jueves que denunciará ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los aranceles masivos impuestos por Donad Trump a todas las importaciones extranjeras, incluidas las de la Unión Europea. Al mismo tiempo, también ha anunciado su propuesta para una segunda ronda de represalias con la que gravar productos de Estados Unidos por un valor cercano a los 100.000 millones de euros.
La Comisión Europea ha insistido en que su prioridad sigue siendo la de llegar a un acuerdo negociado con la Administración Trump, con el fin de no tener que activar tanto esta segunda ronda de represalias (que no estará lista hasta finales de junio o primeros de julio) como la primera ronda, que fue suspendida en abril como gesto de buena voluntad tras la pausa de 90 días aprobada por Trump.
De esta forma, en esta segunda tanda de represalias los productos estadounidenses que la Comisión Europea plantea gravar afectará a una amplia gama de importaciones por un valor de 95.000 millones de euros. Estos bienes van desde los productos industriales (incluido el automóvil o los aviones de Boeing) hasta los productos agrícolas; pero añade también el impacto de posibles restricciones a la exportación de chatarra y productos químicos europeos por valor de 4.400 millones de euros.
No obstante, esta segunda tanda aún estaría en una fase muy prematura en la que Bruselas aún tiene que someter a consulta pública las referencias identificadas para conocer la opinión de los sectores que los utilizan sobre cuál sería su impacto en el día a día y si podrían encontrar alternativas adecuadas en otros mercados, según explican fuentes comunitarias.
Esta lista recoge una amplia gama de productos que ascienden a un valor de 10.500 millones de euros en aviones, 10.300 millones de euros en partes de vehículos, 2.000 millones de euros en vehículos, casi 1.300 millones de euros en importaciones de vino, cerveza y licores estadounidenses.
Dicha lista forma parte de un documento de 218 páginas en las que se incluyen más de 8.000 productos distintos de todo tipo, desde carne, todo tipo de pescado, todo tipo de frutas, cueros y pieles, receptores de radiodifusión, etc.
El comisario de Comercio y Seguridad Económica y negociador de la UE, Maros Sefcovic, ha asegurado que el bloque "sigue plenamente comprometido" tanto a nivel político como técnico con Washington para encontrar una solución a la crisis arancelaria, pero ha dejado claro que no aceptarán un acuerdo "a cualquier precio" y por ello la UE sigue adelante con la preparación de su respuesta.
La formalización de la demanda ante la OMC llevará aún "algunas semanas", según han precisado fuentes comunitarias. El primer paso del proceso será solicitar ante el órgano multilateral la apertura de consultas con Estados Unidos y se hará sin esperar a que expire la tregua que mantiene en el cajón una primera tanda de aranceles de un 25% sobre un volumen de compras a Estados Unidos por valor de casi 21.000 millones de euros.
Acuerdo "revolucionario" entre EEUU y Reino Unido
Esta situación de la Unión Europea contrasta con el acuerdo que han alcanzado Estados Unidos y Reino Unido en materia de reducción de aranceles que el propio Donald Trump ha calificado de "revolucionario". Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, ha calificado de "realmente importante" este acuerdo para impulsar el comercio entre ambos países, aunque los detalles finales del mismo acuerdo se redactarán en las próximas semanas.
Si bien Trump ha indicado que los detalles finales "se están redactando en las próximas semanas", el presidente estadounidense ha afirmado que el acuerdo "es muy concluyente" y casi todo ha sido aprobado, por lo que EEUU recibirá nuevo acceso al mercado británico para la maquinaria química estadounidense y muchos otros productos industriales que no estaban permitidos, así como para productos estadounidenses que no estaban disponibles en el Reino Unido.
Por su parte, el Gobierno británico ha indicado que los aranceles estadounidenses sobre las exportaciones de automóviles se reducen inmediatamente del 27,5% al 10% para una cuota de 100.000 automóviles del Reino Unido, casi el total que el país exportó el año pasado, mientras que las tarifas sobre el acero y el aluminio se redujeron a cero.
Asimismo, el acuerdo contempla un nuevo acceso recíproco al mercado de la carne de vacuno, con un cupo libre de aranceles para 13.000 toneladas métricas para los ganaderos del Reino Unido, mientras que no supondrá un relajamiento de las normas alimentarias británicas para las importaciones. De su lado, se reducirá a cero el arancel sobre el etanol (utilizado para producir cerveza) que entra al Reino Unido desde Estados Unidos.
"Este acuerdo histórico beneficia a las empresas y trabajadores británicos, protegiendo miles de empleos en sectores clave como la industria automotriz y el acero", ha asegurado Starmer, para quien el Reino Unido "no tiene mayor aliado que Estados Unidos".

