
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha tomado la decisión de interrumpir temporalmente, durante un lapso breve mañana, la cotización de BBVA y Banco Sabadell, motivada por la incertidumbre que ha surgido en torno a la resolución que el Gobierno español adoptará respecto a la oferta pública de adquisición (OPA) presentada por BBVA para hacerse con el control de Banco Sabadell. Esta medida busca mitigar los efectos de la volatilidad que podría desatarse en el mercado debido a la falta de claridad sobre el desenlace de esta operación estratégica.
Durante su participación en el XLII seminario organizado conjuntamente por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), el presidente de la CNMV, Carlos San Basilio, ha detallado que el organismo supervisor mantiene un diálogo constante y fluido con el Ministerio de Economía para estar al tanto del momento exacto en que se hará pública la decisión gubernamental. Esta coordinación es clave para anticiparse a los movimientos del mercado y garantizar que las partes implicadas puedan reaccionar de manera informada.
San Basilio ha enfatizado que la suspensión de las cotizaciones se diseñará con la mayor precisión posible, buscando que sea lo más "quirúrgica" y limitada en el tiempo, de modo que todos los agentes del mercado dispongan de la información necesaria al mismo tiempo. Según su planteamiento, esta pausa comenzaría "un poco antes" de que el Gobierno anuncie su veredicto, extendiéndose únicamente hasta "poco después" de la comunicación oficial, siempre y cuando el Ejecutivo elija dar a conocer su decisión mientras el mercado esté operativo.
No obstante, el presidente de la CNMV ha advertido que, incluso si el Gobierno opta por comunicar su resolución tras el cierre del mercado, esta alternativa no está libre de riesgos. Entre las preocupaciones destacadas se encuentran las posibles filtraciones de información confidencial antes del anuncio oficial o las especulaciones que podrían surgir entre los inversores, lo que podría generar inestabilidad en las expectativas del sector financiero.
Esta postura de San Basilio se alinea plenamente con las declaraciones previas del presidente de BBVA, Carlos Torres, quien también había expresado su preferencia por que la decisión del Gobierno no se hiciera pública mientras el mercado estuviera en funcionamiento. Torres argumentó que una comunicación durante el horario bursátil podría representar una "posible interferencia" en el correcto desarrollo y equilibrio de los mercados financieros, afectando negativamente a la confianza de los inversores.
Se espera que el Consejo de Ministros, en su reunión programada para mañana martes, delibere sobre la OPA de BBVA. El Gobierno se enfrentará a la tarea de determinar si avala la operación tal como fue propuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) o si introduce modificaciones a los compromisos que BBVA ha ofrecido para facilitar la aprobación. Esta decisión será crucial, dado que el desenlace podría tener implicaciones significativas para el sector bancario español.
De esta forma, estamos ante una nueva injerencia del Gobierno de España en una operación entre dos entes privados como son el BBVA y el Banco Sabadell, cuyo acuerdo debería poder ser entre las dos partes implicadas y donde vemos que el Gobierno tiene al final la última palabra.
