
Enmarcado su anunciada búsqueda de "justicia fiscal", Pedro Sánchez ha anunciado la creación de un nuevo impuesto: una tasa específica para los billetes de avión de primera clase y también para los jets privados.
En la IV Conferencia Internacional para la Financiación al Desarrollo de la ONU, que se celebra en Sevilla, Sánchez ha anunciado que se unirá a una coalición de países que va a trabajar a favor de "una mayor contribución del sector de la aviación a las transiciones justas y a la resiliencia climática".
La iniciativa, impulsada por Francia y Kenia, en la que también participan Barbados y otros países pretende aumentar el número de países que aplican impuestos a billetes de avión, especialmente los de primera clase y para gravar los vuelos de jets privados, según apuntan fuentes gubernamentales.
De hecho Sánchez ha participado en un acto organizado por los presidentes de Francia, Emmanuel Macron y Kenia, William Rutto, para explicar los detalles de la propuesta, a la que también ha acudido el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Esta iniciativa se suma a otras anunciadas previamente como la reducción de deuda a países en desarrollo, mediante compromisos de canalizar esos recursos a áreas como la seguridad alimentaria, la nutrición, la acción climática o la salud o sobre tributaciones "justas" a grandes fortunas.
Sánchez defiende que, a pesar del "sombrío" escenario actual, "los recursos existen" porque con menos del 1% de la riqueza global, es decir con 4,3 billones de dólares, se podría cerrar el déficit anual necesario para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. "Existe la capacidad, pero faltan la voluntad y el coraje para llevarlo a efecto", ha dicho el presidente, que también ha anunciado un nuevo paquete de ayuda de 145 millones destinado a la lucha contra el sida, la malaria y la tuberculosis.
