
El apagón sufrido en la península ibérica el pasado 28 de abril sigue atrayendo la atención de los analistas a nivel internacional. Esto se debe principalmente a que lo ocurrido en España puede ayudar a otros países a fortalecer sus sistemas eléctricos con el fin de evitar que suceda lo mismo que en nuestro país.
En este sentido, Goldman Sachs ha publicado un informe al que ha tenido acceso Libre Mercado en el que trata de extraer las lecciones pertinentes del desastre energético español para advertir de los riesgos a los que se enfrentan los sistemas eléctricos, especialmente en una época como la estival. "Dado que las olas de calor en la costa este de EEUU aumentan el riesgo de picos de precios de la energía y cortes de suministro durante el verano, revisamos el apagón en la Península Ibérica del 28 de abril para intentar extraer lecciones clave para los mercados eléctricos de España y otros países", se detalla en el documento.
Exceso de renovables
En este contexto, la entidad explica que los informes publicados acerca del apagón, tanto por parte del Gobierno como por el operador del sistema, "sugieren que el apagón probablemente se debió a fluctuaciones de voltaje y frecuencia en la red eléctrica, que son comunes, pero que en ese momento no se amortiguaron de forma adecuada y oportuna".
Así, inciden en que cómo el sistema energético no pudo hacer frente a las oscilaciones registradas y el efecto en cadena posterior. "En respuesta a estas fluctuaciones, se apagaron las centrales eléctricas gracias a los mecanismos de protección automáticos, lo que provocó efectos en cadena y, finalmente, la avería del sistema en un minuto", subraya Goldman Sachs.
Al respecto, en el documento se explica que en la mañana del 28 de abril "la proporción de generación solar y eólica (...) alcanzó el 86%, significativamente por encima del límite superior habitual, en torno al 65%, de los meses anteriores". De este modo, desde Goldman Sachs señalan que este hecho pone en riesgo la estabilidad de la tensión y la frecuencia de la red eléctrica, algo que se habría visto agravado al mismo tiempo por la falta de generación síncrona, que podría haber respaldado el suministro del sistema.
Con todo, apuntan que "ninguna de las centrales eléctricas de gas natural de respaldo, que cuentan con capacidad síncrona, pudo aumentar su producción con la suficiente rapidez como para amortiguar la fluctuación inmediatamente antes del apagón, en cuestión de segundos, a diferencia de las 1-2,5 horas que ofrecían dichas centrales, según informó el operador de la red".
Minimizar los riesgos para la red
Así las cosas, para Goldman Sachs "es necesario actualizar la normativa del sistema eléctrico para reflejar el auge de las fuentes de energía renovables, que pueden enfrentarse a retos específicos como la falta de despacho y la falta de sincronicidad". Del mismo modo, destacan que "en tiempo real, la red necesita mantener una cuota fiable de capacidad de generación síncrona, lo cual puede lograrse en sistemas eléctricos con una alta cuota de energía solar y eólica mediante la inversión en tecnologías como inversores que sincronizan ambas energías".
Además, añaden que "la red necesita mantener una capacidad de generación de reserva adecuada que pueda aumentarse con la suficiente rapidez para amortiguar las fluctuaciones del sistema (en cuestión de minutos o incluso segundos, en lugar de pocas horas), por ejemplo, poniendo en marcha centrales eléctricas de gas natural con una tasa de utilización menor cuando la cuota de generación no síncrona supere un umbral". De esta forma, como se puede comprobar en el siguiente gráfico, el informe destaca que posteriormente "la cuota de generación solar y eólica en España ha sido inferior de media a la de años anteriores desde el apagón".
Finalmente, se explica que es necesario "invertir en mayor capacidad de almacenamiento de energía, como baterías e hidroeléctrica de bombeo, podría ayudar a resolver el problema, ya que puede respaldar el suministro eléctrico tanto durante el apagado automático de la generación como después de una avería del sistema". De hecho, subrayan que "hasta que se realicen inversiones suficientes para sincronizar la energía solar y eólica, limitar la cuota de capacidad de generación no síncrona puede ayudar a minimizar los riesgos para la red, como hemos observado en los datos de generación de energía de alta frecuencia desde el apagón".

