
Solía ser admirador del actual canciller de mi país, Friedrich Merz. De hecho, durante mucho tiempo fui miembro de un grupo de Facebook llamado "Friedrich Merz muss Bundeskanzler werden" ("Friedrich Merz debe ser el Canciller de Alemania"). Reconozco que también ensalcé su libro Mehr Kapitalismus wagen ("Atreverse a más capitalismo"), publicado en 2008.
Sin embargo, empecé a tener mis dudas cuando, pese a estar claramente en lo correcto, Merz comenzó a pedir disculpas y a modificar sus posturas cada vez que recibía críticas de partidos de izquierda o de los medios. La decepción definitiva llegó tras unas declaraciones que jamás pensé escuchar de él. Y es que, después de que Christian Lindner, entonces líder del FDP, propusiera —aunque algo tarde— la idea de "atreverse a ser más como Milei", Merz afirmó lo siguiente en febrero en la televisión alemana:
"Para ser sincero, me quedé completamente desconcertado de que Christian Lindner hiciera esta comparación. Lo que está ocurriendo ahora en Argentina —no lo sigo todos los días— pero lo que ese presidente está haciendo allí está arruinando el país, está pisoteando a la gente, y tomar eso como ejemplo para Alemania… tengo que decir que me quedé algo sin palabras, y eso no me ocurre tan a menudo".
Milei ha reducido la inflación y la pobreza
Vamos a los hechos: hace cien años, Argentina era uno de los países más ricos del mundo, comparable a Estados Unidos hoy. Argentina no se empobreció por la agenda libertaria de Milei, sino por las políticas fallidas de socialistas, peronistas y estatistas. El país llevaba décadas en declive. Desde 1945, casi no hubo un solo año —salvo un breve respiro en los años noventa— en el que Argentina no sufriera inflación de dos dígitos. Todas las encuestas realizadas antes de la elección de Milei identificaban la inflación como la principal preocupación de los argentinos.
Cuando Milei asumió la presidencia, heredó una inflación mensual del 25,5 % (¡mensual, no anual!). Hoy, la inflación ha bajado al 1,5 % mensual.
Es cierto que la pobreza subió temporalmente, algo que yo mismo esperaba antes de la victoria de Milei. Sin embargo, desde entonces ha descendido muy por debajo del nivel existente cuando asumió el poder. La pobreza pasó de un 41,7 % a casi el 55 %, y hoy está en el 31,7 %, diez puntos porcentuales menos que al inicio de su mandato y en el nivel más bajo desde 2018.
Curiosamente, los medios de comunicación de tendencia izquierdista dedicaron amplios espacios a informar sobre el aumento inicial de la pobreza, pero guardan un silencio llamativo sobre su reciente caída. La velocidad con la que ha descendido la pobreza ha sido incluso más rápida de lo que yo, confeso admirador de Milei, hubiera esperado.
Esto se debe a que, cuando los políticos aplican reformas de mercado profundas para desmontar estructuras económicas enquistadas, suele haber inicialmente una caída del PIB acompañada de aumentos en pobreza y desempleo. Sucedió, por ejemplo, con las reformas de economía de mercado de Margaret Thatcher en el Reino Unido a comienzos de los años ochenta o con la "terapia de choque" capitalista de Leszek Balcerowicz en Polonia a principios de los noventa. Como es sabido, Polonia ha sido desde entonces uno de los países de mayor crecimiento económico de Europa y del mundo, gracias a los cimientos que sentó la terapia de choque capitalista de Balcerowicz.
Balcerowicz y Milei comparten formación como economistas y una afinidad intelectual, guiados por las ideas de Friedrich August von Hayek y Ludwig von Mises. ¿Ha superado Argentina todos sus problemas? Por supuesto que no. Todavía espero dificultades y retrocesos. La prometida "dolarización" aún no se ha concretado. Sin embargo, Milei ha logrado muchísimo en muy poco tiempo. Sería motivo de orgullo para cualquier político alemán conseguir un resultado semejante tras uno o dos años en el cargo.
La coherencia de Milei frente a la indefinición en Alemania
Cabe preguntarse cuándo fue la última vez que Friedrich Merz estuvo en Argentina. ¿Ha estado alguna vez allí? Yo estuve en Argentina en 2022, 2023 y 2024, y vi la miseria… pero también la esperanza de muchos pobres que confiaban en Milei. Hablé con políticos de su movimiento, think tanks, economistas y jóvenes. Milei no ha decepcionado a sus votantes. Según las encuestas, es el presidente más popular de América Latina, con una aprobación del 53,5 %. Merz, a día de hoy, está bastante lejos de cifras de aceptación similares.
A diferencia de Merz, Milei anunció exactamente lo que pensaba hacer antes de las elecciones. Me gustaría que en Alemania también nos "atreviéramos a ser más como Milei", porque eso es lo que necesitamos con urgencia. La antecesora de Merz, Angela Merkel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien Merz respaldó con entusiasmo en la campaña de las elecciones a la Eurocámara, han conducido a Alemania y a Europa (primero con la industria energética y después con la automotriz) cada vez más hacia una economía planificada. Precisamente por eso nos encontramos ahora en este lío económico.
Lo que necesitamos es lo que el Friedrich Merz de 2008 escribió: "atreverse a más capitalismo", lo cual equivale a "atreverse a ser más como Milei".

