
El presidente de EEUU, Donald Trump, no solo quiere que América vuelva a ser grande. También quiere que la Coca-Cola vuelva a tener el sabor de aquellos días y por ello ha convencido a la multinacional de Atlanta para que cambie la receta de la bebida en Estados Unidos, tal y como ha anunciado el propio Trump en su red Truth Social.
"He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña real en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido", ha escrito Trump, visiblemente satisfecho por su última victoria. "Será una muy buena decisión por su parte. Ya verán. ¡Es simplemente mejor!", ha añadido.
Como buenos expertos en los riesgos de agitar, desde Coca-Cola han respondido con buenas palabras, agradeciendo "el entusiasmo del presidente Trump" por su "icónica marca" y prometiendo que "próximamente" darán más detalles sobre sus nuevas bebidas.
De este modo, Coca-Cola dejará de utilizar jarabe de maíz de alta fructosa, un edulcorante más barato y menos popular entre los puristas del sabor, y recuperará el azúcar de caña "de verdad" en los refrescos que vende en Estados Unidos. En España, sin embargo, el refresco ya se endulza con azúcar de caña de toda la vida.
Con la concesión de Coca-Cola, Trump se apunta un nuevo tanto en su peculiar cruzada por hacer que incluso los refrescos sean "great again".
