
Philip Morris International ha cerrado el segundo trimestre de 2025 con un sólido crecimiento orgánico del 6,8% respecto al mismo periodo del año anterior, superando los 10.000 millones de dólares en ingresos netos a nivel global. La compañía atribuye estos resultados a la consolidación de su negocio libre de humo, que registró un aumento del 14,5% en ingresos netos y del 21,5% en beneficio bruto.
"Estos resultados reflejan la fortaleza de nuestra estrategia de transformación y el compromiso con la innovación", señaló el CEO de Philip Morris, Jacek Olczak, destacando que los productos libres de humo representan ya una parte significativa de las ventas globales.
La multinacional, que desde hace años impulsa el desarrollo de alternativas al cigarrillo tradicional, mantiene como objetivo acelerar la transición hacia un futuro sin humo, una apuesta que considera clave para reducir el impacto del tabaquismo en la salud pública. "Estamos convencidos de que la ciencia y la tecnología pueden ofrecer soluciones reales a los fumadores adultos que, aun conociendo los riesgos, no dejan de fumar", añaden desde la compañía.
Philip Morris reafirma una vez más su compromiso en reducir el daño y ofrecer una alternativa a los adultos que, a pesar de conocer los riesgos, no dejan de fumar. Por ello, defiende un enfoque regulatorio basado en el riesgo de cada producto, puesto que existe suficiente apoyo científico para avalar estas alternativas menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales.
Subida histórica del impuesto al tabaco
En paralelo, el sector del tabaco se enfrenta a un complejo escenario regulatorio en Europa. La Comisión Europea ha propuesto una subida histórica del impuesto mínimo sobre el tabaco, que podría incrementar hasta dos euros el precio por paquete, con el objetivo de reducir las diferencias de costes entre países y aumentar los ingresos fiscales comunitarios, de los que un 15% se destinará al presupuesto de la UE.
Este endurecimiento fiscal, sin embargo, podría tener efectos colaterales en el mercado ilícito. Según un reciente estudio de KPMG, realizado en colaboración con Philip Morris International, en 2024 se consumieron 38.900 millones de cigarrillos ilegales en Europa, la cifra más alta desde 2015. El informe advierte que los países con impuestos más elevados, como Francia y Países Bajos, son los más afectados por los productos falsificados, lo que provoca pérdidas fiscales estimadas en 15.000 millones de euros anuales para los gobiernos europeos.

