
Los cruceros con escala en las islas griegas son más caros desde este pasado lunes. El Gobierno de Grecia ha activado oficialmente una nueva "tasa de turismo sostenible" de hasta 20 euros por persona para los turistas que desembarquen en sus puertos. Esta medida, en vigor desde el 21 de julio, obligará a las navieras a pagar un suplemento por cada pasajero, que será repercutido directamente en el precio final del crucero.
El impuesto varía según la temporada y el puerto de desembarque. En las islas más populares, como Mykonos y Santorini, los turistas pagarán hasta 20 euros por bajar a tierra durante los meses de verano. En otros puertos griegos, el recargo se sitúa entre 1 y 5 euros, dependiendo del periodo.
Temporada alta (1 junio - 30 septiembre):
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Mykonos y Santorini: 20 euros
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Resto de puertos: 5 euros
Temporada media (1 abril – 31 mayo / 1 – 31 octubre):
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Mykonos y Santorini: 12 euros
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Otros: 3 euros
Temporada baja (1 noviembre – 31 marzo):
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Mykonos y Santorini: 4 euros
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Otros puertos: 1 euro
El importe deberá ser abonado por las compañías de cruceros en un plazo de tres meses, aunque será cobrado a los pasajeros como parte de la tarifa del viaje. Las autoridades portuarias podrán prohibir el desembarco o futuras escalas si las navieras no cumplen con el pago.
¿Una oportunidad para España e Italia?
Grecia busca compensar el "impacto ambiental y social del turismo de masas", en especial en islas saturadas durante la temporada alta. Sin embargo, esta nueva tasa puede tener efectos colaterales importantes en el mercado europeo de cruceros, que mueve más de 9.400 millones de euros anuales solo en Europa, según Statista.
Los operadores turísticos y navieras podrían reconsiderar parte de sus rutas o escalas ante la carga adicional, lo que abre una oportunidad para destinos competidores como España o Italia, que cuentan con puertos de gran capacidad y atractivo turístico.
Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Málaga o Las Palmas, en el caso de España, y Civitavecchia (Roma), Génova o Nápoles en el caso de Italia, son las ciudades que más podrían verse beneficiadas por un posible redireccionamiento de flujos turísticos.
Sin embargo, en la Ciudad Condal, el Ayuntamiento ha limitado el número de cruceros diarios y plantea nuevas restricciones al tráfico marítimo turístico. Y en Canarias, la presión de colectivos ecologistas y sectores radicales ha derivado en protestas y campañas abiertamente antituristas.
En términos económicos, el turismo de cruceros representa una fuente clave de ingresos para España. Según el último informe de la Cruise Lines International Association (CLIA), el impacto económico del sector en España alcanzó los 5.000 millones de euros en 2023, con más de 12 millones de pasajeros atendidos en los puertos españoles.

