
El presidente de EEUU, Donald Trump, avanza en la guerra comercial con nuevos aranceles para decenas de socios comerciales que entrarán en vigor el 7 de agosto, entre los que se incluye un impuesto mínimo global del 10%, así como otros impuestos a partir del 15% para los países que tengan superávit comercial con el país norteamericano. Así lo ha comunicado la Casa Blanca, que publica la orden ejecutiva firmada por el presidente norteamericano horas antes de la fecha límite original para la tregua arancelaria del 1 de agosto.
De esta forma, en el texto se incluye una lista de casi 70 países, además de la UE, a los que se aplicarán aranceles específicos de entre el 10% y el 41%. En concreto, a Brasil, las islas Malvinas y Reino Unido se les aplicará un arancel del 10%. Por su parte, países como Costa Rica, Ecuador, Israel, Japón, la Unión Europea, Nueva Zelanda, Noruega, Corea del Sur o Venezuela, entre otros, contarán con un gravamen del 15%. Con todo, Siria es el país con el mayor arancel, que será del 41%.
Por otra parte, Trump ha elevado el arancel para aquellos productos importados desde Canadá que no estén incluidos en el acuerdo comercial entre estos países junto con México hasta el 35%. A este respecto, el presidente norteamericano defiende que Canadá "no ha cooperado en la lucha contra la avalancha de fentanilo y otras drogas ilícitas".
Avanza la guerra comercial
Recordemos que el pasado 2 de abril, Donald Trump anunció un arancel adicional del 10% para todos los países al que se le añadiría un gravamen específico para cada país. Posteriormente, el mandatario suspendió esta medida durante noventa días para emprender negociaciones con el resto de países en materia comercial. Sin embargo, el Gobierno norteamericano considera que "han pasado muchas cosas desde entonces", destacando que "varios países han acordado, o están a punto de acordar, acuerdos comerciales y de seguridad importantes con Estados Unidos", así como que "algunos países, a través de negociaciones, han ofrecido términos que, a juicio del Presidente, no abordan suficientemente la emergencia nacional que declaró el 2 de abril".
En consecuencia, Trump cree necesario modificar las tasas arancelarias (que califica de "recíprocas") para algunos de estos países. De hecho, desde la administración estadounidense se está vendiendo que, gracias al nuevo rumbo tomado en materia de política comercial, el país está fortaleciendo su posición en el mercado global. "Estos acuerdos fortalecen la posición económica y de seguridad de Estados Unidos y crean oportunidades para los trabajadores, agricultores y empresas estadounidenses", afirman desde la Casa Blanca.
En este mismo sentido, la administración Trump presume de que buena parte de los acuerdos comerciales alcanzados en los últimos meses, que incluyen en muchos casos la realización de nuevas inversiones en el país, "posicionan a Estados Unidos como el principal destino mundial para la innovación, la manufactura y el crecimiento económico". Así, insisten en que "el presidente Trump está utilizando los aranceles como una herramienta necesaria y poderosa para poner a Estados Unidos primero después de muchos años de déficits comerciales insostenibles que amenazan nuestra economía y seguridad nacional".

