
La okupación es un problema al que, desgraciadamente, se enfrentan cada vez más propietarios en nuestro país, algo de lo que ya hemos hablado en numerosas ocasiones en Libre Mercado. Desde la Administración Pública no se da casi ningún tipo de solución a este delito y cuando se actúa suele ser "tarde y mal".
Es por ello por lo que cada vez surgen más organizaciones que tratan de combatir por su propia cuenta este tipo de delitos, siempre por la vía legal y pacífica, y hasta consiguen su objetivo de echar a los okupas de la vivienda. Pues bien, esto mismo es lo que están consiguiendo los vecinos de la localidad de A Zapateira, en La Coruña.
Esta "Asociación de Vecinos de A Zapateira" se ha dado a conocer en los últimos tiempos por haber hecho frente a los okupas a través de la unión vecinal y de movilizarse de forma pacífica para conseguir expulsar a los okupas de sus barrios. Así pues, y de alguna manera, están siendo pioneros en la lucha vecinal contra la okupación. Desde este medio nos hemos puesto en contacto con el presidente de la asociación, Juan Sánchez-Albornoz Gómez, que nos ha atendido amablemente.
El presidente de la Asociación de Vecinos de A Zapateira nos ha contado como decidieron organizarse entre los vecinos al comprobar que no podían contar con la ayuda de la Administración Pública. Es ahí cuando nació un grupo de WhatsApp donde ya son más de 330 vecinos los que intercambian información y se encargar de estar alerta ante cualquier tipo de sospecha en su localidad. Es decir, son cada vez más los vecinos de este lugar los que se movilizan para que los okupas no campen a sus anchas en sus barrios.
Cacerolas y silbatos, las "armas" de los vecinos
La forma de actuar de este grupo vecinal es muy sencilla, si se ha producido una okupación, lo primero que hacen en poner una denuncia. Acto seguido, los vecinos se movilizan y no paran de "incordiar" a los okupas hasta que estos no aguantan más y deciden marcharse. Cacerolas o silbatos son las "armas" de estos vecinos coruñeses para combatir a los okupas, y parece que les funciona.
Tal y como nos cuenta Juan Sánchez-Albornoz, han conseguido la expulsión de "tres grupos importantes" de okupas, aunque no son los únicos a los que han logrado echar. Este tipo de actuación vecinal les ha valido para que, ocasionalmente, algún okupa les insultara e incluso llegara a amenazarles diciéndoles "no me vais a echar, os vamos a matar", aunque el presidente declara que esto rara vez se producía y que era más bien fruto de la tensión del momento.
Los okupas han aprendido la lección
Otra cuestión importante que nos cuenta el presidente es que toda esta movilización vecinal ha tenido un "efecto disuasorio", y es que gracias al haberse enfrentado a estos grupos de okupas y tras haber conseguido echarles, se ha corrido la voz y cada vez son menos los que intentan okupar cualquier vivienda en A Zapateira. De esta forma, se podría decir que se ha producido un "efecto antiokupa" gracias al buen hacer de estos más de 330 vecinos de Galicia.
En resumidas cuentas, si algo muestra este grupo de vecinos es que sus métodos están funcionando, y que ante la inactividad del Estado para proteger a sus ciudadanos siempre se acaba movilizando la sociedad civil.


