Pedro Sánchez ha aprobado esta semana sus enésimas medidas para intentar hacer frente a la crisis de vivienda que azota España. En este caso, se trata de ideas para beneficiar a "jóvenes" de menos de 35 años, aunque de dudosa efectividad para solucionar un problema que es de escasez: oferta insuficiente para cubrir la demanda existente, lo que hace subir el precio.
La primera de ellas consiste en una subvención de hasta 30.000 euros para comprar una casa en régimen de alquiler con opción a compra, pero "protegida permanente". Preguntados por este periódico, en el departamento de Isabel Rodríguez no aclaran si esa vivienda protegida que se va a ayudar a los jóvenes a comprar ya está construida o las ayudas estarían condicionadas a la nueva construcción, lo que ralentizaría la recepción.
Sea como fuere, según los propios datos de su ministerio, en el año 2024, apenas se calificaron 65 viviendas en toda España con el sello de "vivienda protegida para alquiler con opción a compra", por lo que su presencia en nuestro país es completamente residual. Otro anuncio de Sánchez es una subvención para comprar viviendas en el "mundo rural", donde, precisamente, no hay un problema de acceso a la vivienda vía precio. El último fue un seguro de impago para los jóvenes con cargo al erario público... que ya se había anunciado.
Mientras tanto, la brecha entre el número de hogares y las viviendas en construcción sigue aumentando en nuestro país. Según el último informe de Caixabank, en el acumulado de los últimos 4 años (de 2021 a 2024), España se encontró con un déficit de 515.000 viviendas. Y es que, el número de hogares ha crecido más del doble de lo que han hecho los visados de construcción.
Pero esta problemática acaba aquí. De hecho, no hará otra cosa que agravarse. Según los propios datos del INE, el número de hogares de España crecerá en casi 3,7 millones en los 15 próximos años "si se mantuvieran las tendencias demográficas actuales".
A esto se le suma que cada vez van a vivir menos personas en cada casa. Y es que, entre 2024 y 2039 crecerán los hogares más pequeños (de una o dos personas) y, en menor medida, los de tres personas, mientras que sólo los de cuatro personas o más experimentarían una reducción.
Por ejemplo, los hogares de una persona van a crecer desde los 5,4 millones actuales hasta los 7,7 millones, un 41,86% más. Esto es otra bomba de relojería que acecha al futuro del mercado de la vivienda. Por tanto, la única salida que le queda al mercado es construir.