
Una de las empresas sevillanas más emblemáticas, La Cartuja de Sevilla, dedicada a la fabricación de loza de alta calidad, podría estar a punto de poner fin a casi dos siglos de historia. Así lo confirma El Diario de Sevilla, que detalla cómo los actuales propietarios de la compañía han solicitado al Juzgado Mercantil número 3 de la capital hispalense que se abra de nuevo el concurso de acreedores con el fin de que la empresa entre, además, en fase de liquidación.
Los motivos que habrían llevado a la empresa a solicitar la apertura del concurso de acreedores y su entrada en liquidación radicarían en la imposibilidad de la compañía para cumplir con el convenio aprobado en el mes de julio y tras haber alcanzado un acuerdo con los acreedores privilegiados –como la Seguridad Social y la Agencia Tributaria– para realizar los pagos. Así las cosas, según este medio, la compañía está tratando de liquidar su stock a través de la venta en formato outlet.
Cuentas embargadas
Tal y como explica este mismo medio, el pasado mes de septiembre Hacienda embargó las cuentas de la empresa propietaria de La Cartuja, Ultralta, por una deuda de más de 740.000 euros. Asimismo, Fogasa reclama a la empresa también un pago de más de 520.000 euros, mientras que la deuda con la Seguridad Social sería de cerca de un millón de euros. De hecho, en este contexto, tras más de cinco años en concurso de acreedores, los acreedores de la empresa pidieron pagos inmediatos que La Cartuja no pudo hacer frente.
En este contexto, los más de treinta trabajadores de La Cartuja, que actualmente permanecen en un ERTE, tendrán que afrontar el cierre de la compañía y un ERE extintivo. A este respecto, El Diario de Sevilla asegura que los empleados denuncian que la empresa no les ha pagado las nóminas de agosto y que llevan cinco años sin aumentos de sueldos.
Como podemos comprobar, en la web de la empresa se informa a los clientes de que "por razones técnicas nos hemos visto abocados a parar la producción y detener la comercialización durante un plazo no determinado a la espera del resultado de las actuaciones técnicas y normativas pertinentes", comprometiéndose además a informar de las novedades que vayan surgiendo al respecto.
De hecho, si los clientes intentan realizar una compra de cualquier artículo que aparece en la web de la compañía, al añadir el producto deseado al "carrito", la web no permite continuar con el proceso.
Casi dos siglos de historia
La empresa cuenta con casi dos siglos de historia. Fundada por el Marqués Charles de Pickman en 1841 con el fin de abrir una fábrica de loza fina de gran calidad para poder competir con las marcas inglesas, La Cartuja de Sevilla se ha convertido en una de las compañía más emblemáticas de la ciudad. De este modo, Pickman estableció su fábrica en el Monasterio Cartujo de Santa María de las Cuevas tras la desamortización de Mendizábal.
Fue en 1844 cuando surge la primera tarifa de precios y se adoptan las formas y colores característicos de la marca. Solo un año más tarde aparecerá uno de los diseños más emblemáticos de la compañía, el 202 Rosa. Así, en los años consecutivos la empresa sigue creciendo y recibe diversos galardones y reconocimientos en exposiciones internacionales.
Uno de los momentos más importantes de la historia de la compañía se produce en 1871, cuando Amadeo I de Saboya la nombra proveedora de la Casa Real de España. Sin embargo, en estos casi doscientos años desde su fundación, La Cartuja de Sevilla ha provisto también a otras casas reales de Europa. En concreto, Isabel de Baviera, Emperatriz de Austria y Reina de Hungría, fue una de las grandes admiradoras de estos diseños.
Ya en el siglo XXI, en 2016, llegó una nueva dirección al frente de la compañía, que pasa a ser una empresa completamente española. De esta forma, según destacan desde la propia empresa, "desde entonces se trabaja incesantemente para recuperar el espíritu vanguardista que siempre ha impregnado los diseños y piezas de La Cartuja de Sevilla".
A este respecto, La Cartuja de Sevilla se ha caracterizado por impulsar una modernización basada en la tradición. "Esta renovación se realiza mediante la recuperación histórica de nuestros orígenes y la apuesta por el valor añadido de la artesanía y la marca España", detalla la compañía, al tiempo que "incluimos nuevas colecciones de corte más contemporáneo, que complementan y enriquecen nuestra extensa colección de clásicos".
