
Una antigua inquilina se ha atrincherado en un piso del barrio madrileño de Vistalegre que pertenece a una empresa con tres propietarios. El contrato de alquiler finalizó el pasado 15 de agosto, después de cinco años de arrendamiento, y la mujer acumula una deuda de más de 8.000 euros a los dueños.
Según los caseros de la vivienda, la inquilina ha seguido viviendo en el inmueble tras finalizar el contrato este verano y estaría realquilando las habitaciones, obteniendo entre 300 y 500 euros de beneficio por cada una de ellas.
"Van borrachos"
Los vecinos han asegurado a las cámaras de TeleMadrid que los nuevos okupas están organizando numerosas fiestas y barbacoas en el patio común, que en muchas ocasiones terminan con la intervención de la Policía. En este sentido, los vecinos denuncian que estos individuos "van borrachos" hasta altas horas de la madrugada.
Ante esta desagradable situación, los propietarios han solicitado a los okupas que al menos devuelvan los objetos personales, mientras que una empresa de desokupación ha contactado con la antigua inquilina para pedirle que abandone el inmueble de inmediato.
"Que pague y que se marche", ha pedido con insistencia y preocupación la propietaria, que denuncia que el piso continúa okupado y convertido en un negocio ilegal de realquiler de habitaciones a terceros.



