
Tras las primarias celebradas en agosto, Argentina elige, en primera vuelta, este domingo a su próximo presidente. Los candidatos más destacados son Javier Milei –La Libertad Avanza, liberal–, Patricia Bullrich –Juntos por el Cambio, centroderecha– y Sergio Massa –Unión por la Patria, peronista–. Se trata de unos comicios claves para un país que, como dijo el escritor Jorge Fernández Díaz a LD, "está en un momento absolutamente inédito": "Tenemos un 140% de proyección anual de inflación y un 50% de pobreza, aunque la real es mayor".
Más de 110.000 ciudadanos argentinos residentes en España están llamados al voto, obligatorio en Argentina, pero no así para quienes estén registrados en el extranjero. Hasta las seis de la tarde, han estado abiertos los consulados en Madrid, Barcelona, Vigo, Cádiz, Tenerife y Palma. En la capital del Reino, 34.000 pueden ejercer su derecho al voto; en la ciudad condal, 47.000. El recuento definitivo no comenzará hasta el 24 de octubre, 48 horas después de la finalización de las elecciones, y se hace a partir de las Actas de Escrutinio de cada mesa.
Si bien el cónsul general de Argentina en Madrid, Daniel Plaza, declaró a Efe que la votación "se está desarrollando con total normalidad", la masiva participación se ha traducido en largas colas en torno al Colegio Mayor Argentino, donde ha habido un total de 14 mesas. Numerosos electores se han quejado en Twitter señalando que han estado horas esperando para poder ejercer su derecho al voto.
Somos 112.000 argentinos habilitados para votar a Presidente desde España. 35.000 en Madrid.
— Matías Palacios (@palaciosmatias) October 22, 2023
Acá en el Colegio Mayor Argentino se vota hasta las 18.
Largas filas y más de 1 hora de espera para emitir el voto pic.twitter.com/Ypk5yKCA5t
Además, no han sido pocos los votantes que han criticado la confusión con las papeletas. La ciudadana argentina Cristina Arenaza, por ejemplo, declaraba en La Nación: "La boleta no era muy buena. Tenías que marcar con una cruz, pero los partidos no estaban siempre en el mismo lugar. Tenías que mirar la boleta muy bien; además, se veía poco".
Otra argentina, al mismo periódico, decía que la papeleta era "como una fotocopia en la que no se leía bien los nombres de los partidos, sí de los candidatos presidenciales, y además están todos los nombres mezclados".
