
El Ayuntamiento de Madrid da un paso más contra los pisos turísticos y prohibirá los dispersos en aquellas comunidades del centro histórico de la capital donde primen en su mayoría las viviendas residenciales. Así lo ha anunciado José Luis Martínez-Almeida este martes, como una medida más del Plan Especial de Protección del Ámbito Residencial, que se presentará en dos semanas con el objetivo, según él, de "generar más vivienda en el centro de Madrid" y regular definitivamente las viviendas de uso turístico (VUT).
Esa será la principal línea de actuación del Ayuntamiento, que para reforzar este compromiso, permitirá por primera vez la transformación de ciertos edificios de uso dotacional privado a residenciales, siempre y cuando el cambio esté destinado a generar vivienda asequible y/o colivinng -pudiendo aplicarse hasta en 210 edificios-.
Almeida ha defendido esta medida, que surge, ha dicho, de la preocupación de su Gobierno por las políticas de vivienda que "protegen a los madrileños", mientras otros "se preocupan por proteger agresores sexuales".
Preservar la identidad de los barrios
El alcalde también ha anunciado en el Pleno que se incrementará la edificabilidad en edificios no residenciales para facilitar su conversión a uso residencial, una medida pensada para ampliar la oferta habitacional sin perder de vista la perpetuación de la identidad de los barrios.
Además, la normativa incluirá la prohibición de convertir locales comerciales en pisos turísticos, para proteger, dicen, el pequeño y mediano comercio. Esta serie de medidas sigue a la moratoria que el Ayuntamiento ya había establecido para las licencias de nuevas VUT y el aumento de las sanciones impuestas a pisos turísticos ilegales, que han alcanzado las 14.000 según el alcalde.
En aquel momento, el alcalde también llamó a prohibir la comercialización de viviendas turísticas ilegales en plataformas como Airbnb.


