Fue una de las pocas veces que Manuela Bergerot no utilizó las muertes de las residencias durante la pandemia como arma arrojadiza contra la presidenta madrileña. Aunque sí sacó a colación los geriátricos para añadirlos a una larga lista que leyó durante la sesión de control de este jueves en la Asamblea y que recogía, a su juicio, todas las cuestiones que han empeorado desde que Isabel Díaz Ayuso está al frente de la Comunidad de Madrid.
"Le reto a que diga una sola cosa que haya mejorado la vida de los madrileños desde que es presidenta", espetó durante la sesión de control de este jueves la portavoz de Más Madrid, que preguntó: "¿Han mejorado las comidas de las residencias de mayores y de centros de menores? No, siguen licitando desayuno, comida, merienda y cena por seis euros y siguen adjudicando los contratos a empresas reincidentes en dar comida podrida".
Por contra, entre las "cosas" que sí han progresado, la jefa de la oposición destacó al novio de la presidenta madrileña, Alberto González Amador, protagonista indiscutible de todos sus discursos. "¿Cuál es el siguiente paso para protegerlo?, ¿meterle en las listas de 2027 para aforarlo?", le preguntó Bergerot, que resumió: "Lo único que han mejorado son los negocios de los rentistas, los comisionistas y los parásitos de lo público".
La presidenta obvió en esta ocasión las acusaciones acerca de su pareja y se centró en el resto de cuestiones que atañen a su acción de gobierno, negando que hayan aumentado las listas de espera en la sanidad o la bajada de la financiación de las universidades. "Se les ha quedado un feminismo precioso, que veo que no me hablan del señor Errejón; ¿qué ha pasado con el señor que fundó el partido político que nos dio lecciones a todas las mujeres de cómo teníamos que vivir? Y luego resulta que además de la corrupción que ha habido con los puntos violetas lo único que han hecho ha sido tapar lo que se supone que han sido agresiones de un señor que solo le queda lo que llama lawfare para defenderse", rescató Ayuso ante el silencio de Bergerot sobre lo que hasta hace poco era una de las piedras angulares de su argumentario.
A partir este punto, y tras recordar la ausencia de España en Notre Dame – con el ministro Urtasun (Sumar) como principal protagonista de esta polémica- o el desmantelamiento de Muface – con Mónica García como responsable troncal-, la presidenta pasó a leer la carta que Raúl, hijo de uno de los fallecidos en residencias durante los primeros días del covid-19, había enviado a la Comunidad de Madrid, a través de un formulario remitido al servicio de atención al ciudadano.
En una dura misiva este familiar de una de las víctimas carga contra la portavoz de Más Madrid a la que exige descontar a un fallecido de su tan cacareada lista de 7.291, utilizada incluso en forma de lona gigante por el partido en la campaña de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. "Porque se me parte el alma cada vez que esta partida de mercenarios convierte la memoria de mi padre en un número por motivos espurios y meramente electorales", argumenta.
"No se puede ser más vil y miserable", añade este familiar que se revuelve ante el hecho de que el nombre de su padre "sea mancillado por una secta carente de moral y de ética". Raúl toma esta decisión, según explica él mismo, porque su padre Felipe, que murió "perfectamente asistido y en paz", ya no se puede defender.
Sobre las residencias de la Comunidad de Madrid. pic.twitter.com/N8svkWyOi0
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) December 12, 2024
Las protestas desde la bancada de Más Madrid comenzaron a subir de volumen mientras el portavoz del PP, Carlos Díaz Pache, ordenaba silencio con el dedo. Ayuso, que recordó que la "opinión de las sociedades médicas" así como 61 procedimientos judiciales archivados han quitado ya la razón sobre este asunto a la izquierda, concluyó afirmando: "El tiempo les va a condenar a ustedes y les va a dejar eternamente en la oposición por ser como son". La bancada popular al completo contestó en pie y con una gran ovación sus palabras.
Pero las protestas de la izquierda no terminaron ahí. Sus portavoces comparecieron ante los medios mientras el pleno continuaba. "Todavía estoy esperando una opinión de Ayuso sobre los cientos de actas de la policía municipal que prueban la aplicación de los protocolos de la vergüenza, o que explique lo que piensa del informe que refleja que se dejaron de hacer derivaciones hospitalarias antes de los protocolos y que las residencias nunca se medicalizaron", lanzó airada Bergot.
Por su parte, Jesús Celada, portavoz interino de los socialistas tras la dimisión de Juan Lobato, acusó de "demagogia" a la presidenta "en un ejercicio de confrontación permanente". "Nos ha parecido una pasada", añadió. "Le podríamos leer nosotros 7.290 cartas de familias que piensan lo contrario, y no lo vamos a hacer".