La empresa Servi-okupas, contratada por la promotora de la urbanización megaokupada de Carabanchel, acaba de aportar al juzgado numerosos vídeos que demostrarían que, lejos de ser víctimas de una estafa, los okupas —o al menos parte de ellos— estarían coordinados e incluso ya estarían buscando nuevas promociones que asaltar.
En las imángenes, rescatadas de los grupos de WhatsApp que comparten los ecuatorianos, se ve cómo un hombre recorre con su coche distintas localidades de Madrid en busca de nuevas viviendas de lujo para okupar. "Próximo destino: Boadilla del Monte", se escucha en uno de los vídeos.
Para Alberto Cuesta, gerente de la empresa mediadora, la conclusión es clara: "Los que en principio parecían estafados parece que son una organización criminal". De hecho, estos no son los únicos vídeos que obran en su poder, sino que también disponen de otro en el que se ve a varias familias celebrando una fiesta a final de año en la que el DJ envía "un saludo muy especial a los estafados de Carabanchel", mientras los invitados ríen y dan palmas, ofreciendo una imagen muy alejada del papel de víctimas que todos ellos han asumido hasta ahora.