
Hay una estrategia clara contra el PP por parte de Vox. Sus principales líderes no lo ocultan. Arguyen los de Santiago Abascal que los populares son la versión light de los socialistas, pero socialistas al fin y al cabo, que no dudan en apoyar a Pedro Sánchez cada vez que tienen ocasión.
Esta vuelta de tuerca en su política de oposición al partido liderado por Alberto Núñez Feijóo se visualizó en toda su dimisión cuando decidieron romper los gobiernos autonómicos en pleno verano después de que este aceptara el reparto de menores no acompañados que habían llegado a Canarias.
Pero si hay una política con perfil propio en Génova esa es Isabel Díaz Ayuso. Su enfrentamiento con el presidente del Gobierno y su oposición frontal a la izquierda copan titulares diarios. Ese perfil duro dentro del partido le ocasionó una abrumadora mayoría absoluta en Madrid en las pasadas elecciones de 2023. La entonces líder madrileña de Vox, formación con la que Ayuso tiende a abogar por entenderse, se dejó por el camino tres escaños con respecto a 2021, pasando en aquella cita electoral de 13 a 10 diputados.
La relación entre Rocío Monasterio y Díaz Ayuso comenzó a torcerse antes, en diciembre de 2022, cuando ésta decidió no apoyar los Presupuestos de la Comunidad de Madrid, dejando las cuentas regionales prorrogadas. Tras varios meses de tiranteces y a las puertas de los comicios, la presidenta rompió con ella: "A partir de hoy, cada uno sigue su camino". Desde entonces la situación se fue tensando paulatinamente y la llegada de Isabel Pérez Moñino, tras la marcha de Monasterio, no ha mejorado las cosas.
La estrategia de la dirección nacional tampoco ha cambiado: Ayuso continúa en la diana de Vox y así se pudo visualizar, por ejemplo, este jueves en la Asamblea, que acogió el primer pleno de este nuevo periodo de sesiones. "Si usted, señora Ayuso, saliera a las calles, podría comprobar cómo el crimen ha tomado el control de los barrios", le espetó Pérez Moñino a Ayuso durante la sesión de control. Más allá de lo grandilocuente de esa afirmación, cabe recordar que las competencias en seguridad no están transferidas en Madrid y dependen del Gobierno central.
Ese crimen, afirmó la de Vox, "está protagonizado por los de siempre, esos que, según usted, son tan españoles como Abascal", añadió. Y es que la inmigración es uno de los principales campos de batalla de esta formación y uno de los pocos asuntos en los que choca con la presidenta. "Hay muchos madrileños que viven con miedo mientras ven cómo usted prioriza el dinero de sus impuestos, que pagan con mucho esfuerzo, para regalar asistencia sanitaria a quien no debería estar aquí", le acusó también Moñino, que concluyó comparando a Pedro Sánchez con Ayuso en lo que a políticas de vivienda se refiere. "Ya nadie se fía de sus promesas vacías: ni las viviendas de Sánchez ni las viviendas de Ayuso". Y aseguró, sin aportar datos: "Hoy un mena en Madrid accede más fácilmente a una vivienda que un joven español".
La jefa del Ejecutivo regional le recordó que fue su partido el que "paralizó los desarrollos urbanísticos" en Madrid durante mucho tiempo y se reafirmó en sus palabras: "La persona que nace en España es español, tan español como Abascal, se ponga como se ponga. A lo mejor si vamos por el ADN, buscando los antepasados... Probablemente es que el problema de Vox sea otro, que todo el mundo sabe cómo se llama", lanzó la presidenta comparando su ideario con el del PNV y la célebre frase pronunciada por Xavier Arzalluz sobre el RH negativo de los vascos.
"Y no pienso negarle la asistencia sanitaria a nadie que está viviendo en la Comunidad de Madrid, se encuentre como se encuentre su situación personal. No se le puede negar la asistencia por múltiples motivos". Más tarde, a preguntas de la prensa, ahondó en ello. "Son personas, lo primero; y lo segundo, no podemos permitir que haya ningún problema de salud y que se transmita y que nadie le ponga remedio. Los problemas de salud luego los ves en las calles y yo eso, si lo puedo evitar, desde luego lo haré". Así que "primero por la persona y segundo por la comunidad".
La presidenta subrayó que su política siempre ha sido la de la mano tendida a Vox y así se lo transmitió a Moñino cuando la portavoz fue convocada a Sol hace unas semanas. Incluso quitó hierro ante la prensa al rifirrafe parlamentario ocurrido minutos antes en la Cámara autonómica. Pero Ayuso no es optimista pues su diagnóstico es claro. "Vox nació contra el PP y vive de estar contra el PP". "No hay más que escucharles, leerles", empezando por las "declaraciones de Abascal" en ese sentido.
"Ya se lo dije en la última reunión" a Moñino, que "habría que elevarse, buscar algún entendimiento. Pero ya traía escrita de casa las respuestas y el guion: ‘No es no porque hay que ir contra el Partido Popular’", subrayó. Y es que para Ayuso está claro: "Me consta que una parte importante del electorado [que ambas formaciones se disputan] quiere que nos entendamos". Y más "con el momento que estamos viviendo ahora mismo en España". Así las cosas, su posición es "no estar" en esos ataques contantes, aseguró. "Yo estoy solamente para servir, no estoy para otra cosa". Pero no peca de ingenuidad y se malicia un futuro poco halagüeño: Vox "nunca querrá que el PP vuelva al gobierno de la Moncloa".
La Comisión Begoña cuenta con "el visto bueno de Moncloa"
Un día después, este viernes, Moñino continuó con su marcaje al PP. Primero desde Boadilla del Monte, municipio al que se acercó para exigirle a su alcalde, el popular Javier Úbeda Liébana, que le pida a Feijóo que no vote a favor del decreto ómnibus que el Gobierno presentará nuevamente en el Congreso.
Después, emitió un comunicado para arremeter contra los conservadores a cuenta de la comisión de investigación en la Asamblea sobre la cátedra de Begoña Gómez. Creen los de Vox haber encontrado un foco de desgaste a Ayuso con esta cuestión.
Tras llevar semanas exigiendo la comparecencia de Pedro Sánchez, citación que el presidente no está obligado a aceptar, ahora denuncian que el PP "ha aceptado la ausencia de figuras clave" en la quinta sesión de dicha comisión. "No comparecerán Luis Abril, CEO de Indra, ni Juan Carlos Barrabés, impulsor de la Cátedra de Transformación Social Competitiva, así como representantes de Telefónica, Google y Deloitte", entre otros. Los populares abrían aceptado "las excusas presentadas por ambos" y denegado la propuesta de Vox de trasladarlas a otro día, lamentan.
Vox considera que el Partido Popular "pretende limitar" el alcance de la investigación y "dejar sin respuesta las cuestiones fundamentales" sobre el uso de fondos públicos en beneficio de Trasforma TSC y la red de contactos de la mujer del presidente.
Es más, llegan a denunciar que los populares madrileños han elaborado un plan de trabajo "diseñado en Génova, con el visto bueno de Moncloa", y subrayan que "ellos mismos son los que ponen las reglas para que el presidente del Gobierno no pueda venir a declarar". "Solo quieren cubrir el expediente y darle carpetazo a esta comisión lo antes posible".
"Su único objetivo en la Comisión es atacar al PP"
Los populares se vieron obligados a salir al paso de ese comunicado para explicar que tras justificar Barrabés y Abril ante la Mesa de la Asamblea su imposibilidad de asistir, su grupo parlamentario ha decidido llamar a otros dos comparecientes "cuyo perfil se ajusta al objeto de la sesión y pueden aportar información de igual o mayor relevancia".
Fuentes del PP recuerdan que su objetivo siempre ha sido conocer si la cátedra de Begoña Gómez "se gestó en la mesa del despacho del presidente" en la Moncloa, si se "gestionó de manera irregular", y hacer lo posible para devolver el "prestigio" a la Universidad Complutense. "Sin embargo, Vox se ha negado a colaborar en este sentido y no ha querido utilizar la posibilidad que tenían de llamar a algún compareciente que pudiera aportar información", añaden.
Los populares elevan el tono y acusan a los de Abascal de dedicarse únicamente a "embarrar" e insistir en cuestiones fuera del reglamento y del plan de trabajo aprobado, con lo que "demuestran una vez más que su único objetivo en esta comisión es atacar al PP".

