
Mientras el Gobierno y propietarias mantienen el pulso por la nuclear, continúan los movimientos para tratar de impedir que arranque el planificado cierre de las cinco centrales españolas, que comenzará en 2027 con el apagado de la unidad 1 de Almaraz. Además del Gobierno de Extremadura, que está batallando contra Sánchez en defensa de la que es la principal industria de la región, otros sectores se están moviendo para presionar contra este apagón. Es el caso del PP de la Comunidad de Madrid, una región para la que la energía nuclear es fundamental: la cercana central de Trillo, en Guadalajara, y la central extremeña son esenciales hoy por hoy para el suministro energético de la comunidad.
La semana pasada, un grupo de parlamentarios del PP de Isabel Díaz Ayuso viajó a Bruselas para transmitir esta y otras ideas al presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber y un grupo de eurodiputados, además de la vicepresidenta y jefa de la delegación española del PPE, Dolors Montserrat.
En la cita, el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid, Carlos Díaz Pache, defendió que "la nuclear es clave para disponer de una energía fiable, segura y libre de emisiones". En el encuentro, al que también asistieron el secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano, la vicesecretaria de Organización y vicepresidenta de la Asamblea de Madrid, Ana Millán, y los portavoces adjuntos, Elisa Vigil y Rafael Núñez junto con una delegación de diputados, destacaron la importancia de la energía nuclear para la zona: "En la Comunidad de Madrid aporta el 40% de la energía de la región".
"En la última década, la energía nuclear ha sido la principal fuente de energía limpia en España y lo sigue siendo en el conjunto de la Unión Europea", destacó Pache, que afirmó que la oposición a la energía nuclear "va en contra de los criterios científicos y contra los intereses de los ciudadanos. Supone una ruina económica y más contaminación". "El cierre de las centrales nucleares es un error del Gobierno de Pedro Sánchez, que pretende condenar a los españoles a depender de una energía más cara y menos abundante, ya sea por desconocimiento o por prejuicios ideológicos".
El paso adelante del PP madrileño llega tras otros mensajes del Gobierno regional en defensa de la energía nuclear: hace unas semanas, en un desayuno informativo, el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior madrileño, Carlos Novillo, recordó ese 40 por ciento que aporta la nuclear a la comunidad y afirmó que "su eliminación acarrearía consecuencias demoledoras en la seguridad de suministro". "El cierre de las nucleares en España podría reducir el margen de reserva del sistema eléctrico, que es la capacidad adicional disponible para responder a picos de demanda o situaciones imprevistas", alertó, "si se cierran las nucleares sin reemplazos adecuados, como energías renovables o almacenamiento suficiente, que ya se sabe que no van a llegar a tiempo, el sistema quedaría vulnerable, especialmente durante periodos críticos de alta demanda, como olas de frío o calor".


