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Madrid

Mario Vaquerizo inaugura 'su' sala de ensayos entre una avalancha de críticas de la izquierda "digna del chequismo"

Almeida defiende a Vaquerizo frente a las críticas de Más Madrid y PSOE que bromea con llamarle "líder improvisado de la Movida infantil".

Almeida defiende a Vaquerizo frente a las críticas de Más Madrid y PSOE que bromea con llamarle "líder improvisado de la Movida infantil".
Almeida y Vaquerizo inauguran la sala de ensayo del centro cultural Galileo. | Libertad Digital

El Ayuntamiento de Madrid ha salido en defensa de Mario Vaquerizo en plena avalancha de críticas por parte de la izquierda tras aprobar PP y Vox dedicar al cantante una sala de ensayo de apenas 60 metros cuadrados en el centro cultural Galileo. "Es alucinante, es digna del chequismo. Es una sala de ensayo, que parece que le han puesto una estación de tren", ha sostenido la delegada de Cultura, Marta Rivera de la Cruz.

El cruce de reproches entre el Gobierno municipal —por un lado—, y PSOE y Más Madrid —por otro—, se ha intensificado este lunes precisamente cuando el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha inaugurado oficialmente la Sala Mario Vaquerizo, cuyo nombre fue aprobado hace sólo doce días en el Pleno del distrito de Chamberí. "Es sorprendente que traiga tanta cola dedicarle una sala de ensayos", ha afirmado el edil sin entender tampoco la polémica. "Porque en Madrid", ha añadido, "no cabe la cultura del señalamiento y de la cancelación", sino la Cultura —"en mayúsculas"— que permite la "libertad de creación".

Durante la inauguración, a la que ha acudido el propio Vaquerizo, Almeida se ha dirigido al artista como "referente de ese Madrid transgresor" y le ha agradecido haber aceptado ceder su nombre para bautizar la sala del Galileo. "Creo que representa todo lo que defendemos: que todos esos chavales que quieren cumplir sus sueños lo puedan hacer aquí en este centro cultural", ha deseado.

Por su parte, la delegada de Cultura ha denunciado lo que considera una persecución ideológica y una "mezquindad". Según Rivera de la Cruz, Rita Maestre y Reyes Maroto solo quieren homenajes a aquellos que "les ríen las gracias o que comulgan con lo que dicen, que suelen ser ruedas de molino".

Desde la bancada opositora, tanto Más Madrid como el PSOE han cargado contra la decisión del equipo de Almeida. Eduardo Rubiño, portavoz de Cultura de Más Madrid, ha acusado al Gobierno municipal de abandonar la vía del consenso en cuanto a los reconocimientos públicos en las calles y centros culturales para afirmar que la propuesta "es perfectamente criticable".

"Vemos un absoluto sectarismo, el uso partidista del PP sobre el reconocimiento en este caso a una persona que está en vida, lo cual ya es polémico. Pero además se trata de una persona a la que el PP está mimando, que está permanentemente beneficiando con contratos, con guiños permanentemente, ligado a la figura de Isabel Díaz Ayuso y de Almeida y que han decidido convertir en uno de sus privilegiados", ha reprochado, recordando que otras figuras ya fallecidas como Marisa Paredes o Almudena Grandes "siguen sin un reconocimiento".

Rubiño ha mencionado también homenajes aprobados por unanimidad como los de Quique San Francisco, María Dolores Pradera, Raffaella Carrà o Verónica Forqué, entre otros, para señalar lo que, a su juicio, ha cambiado con la mayoría absoluta del PP. A partir de ese momento, dice, el PP ha decidido "aplicar rodillo y despreciar a unos mientras homenajean a otros, que resulta que además son muy amiguitos del PP".

Desde el PSOE también se ha recurrido a la ironía, al referirse a Vaquerizo como el "líder improvisado de la Movida infantil", después de que Almeida le presentase como "referencia en la Movida madrileña".

El pasado 10 de abril, cuando PP y Vox sacaron adelante la propuesta, el grupo de Maroto advirtió incluso que el gesto podría estar "bordeando el fraude de ley", ya que, según la normativa, los reconocimientos a personas vivas deben estar justificados por una "relevante trayectoria". Su portavoz en Chamberí, José Ignacio Prieto García, apuntó entonces que Vaquerizo ni tiene "una relevancia" ni vínculo con el distrito, e ironizó con las palabras del alcalde: "Con seis años que debía de tener no sé qué referencia sería en la Movida madrileña", deslizando además que el nombre de Alaska, que a su parecer tendría más peso para bautizar la sala, se descartó por la derecha al "ser mujer".

Más Madrid, por su parte, denunció entonces una supuesta relación de favores entre el artista y el Gobierno regional. La concejala del partido, Sara Ladra, llegó a enumerar varios pagos de "más de 115.000 euros" a "este personaje" —en referencia a Vaquerizo— por actuaciones en eventos municipales en los últimos años. "Tenemos un alcalde que no para de inflarle el bolsillo y ahora el ego a este personaje", atacó la de Maestre.

"Ya me puedo morir tranquilo"

Tras el término de la inauguración, a la que también ha acudido el concejal de Chamberí, Jaime González Taboada, el propio Vaquerizo ha tachado de "absurda" la polémica generada por la izquierda. El artista ha respondido así a las críticas, asegurando con serenidad que está "feliz" por este reconocimiento en un distrito y una ciudad que no le son "ajenos". "Estoy muy orgulloso del reconocimiento y es de bien nacido ser agradecido, con lo cual yo creo que hay que pasar de todo", ha sentenciado, para después añadir: "Ya me puedo morir tranquilo".

Vaquerizo ha defendido además que "la cultura es de todos y para todos" y ha subrayado el valor de la pluralidad, al mostrarse encantado de compartir un espacio que también rinde homenaje a figuras como Quique San Francisco o Clotilde García, la viuda de Joaquín Sorolla.

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