En la era del teletrabajo y la inteligencia artificial, ¿por qué no aplicarlo también al campo? Y, si ya existen cultivadores con autoguiado por GPS, ¿por qué no delegar la vigilancia de las tierras a otra máquina? La Comunidad de Madrid ha patentado un dron que promete revolucionar la vida de los agricultores e incluso facilitarles el teletrabajo.
Este nuevo dispositivo, que aún es un prototipo pero ya ha sido registrado como modelo de utilidad, está diseñado para patrullar los campos como un auténtico guardián aéreo del mundo rural. Según ha explicado la CAM en un comunicado, el dron tiene capacidad de vuelo autónomo y está diseñado para "detectar plagas y ahuyentar aves en explotaciones agrícolas de la región".
El aparato contará con una red de nodos sensores que registrarán la presencia y la ubicación de los animales, y con unas cámaras fotográficas que controlarán los movimientos y mandarán alertas. Pero eso no es todo: mediante sonidos emitidos a distintas frecuencias, puede incluso disuadir a los animales para que abandonen el área. ¿Un grupo de palomas acecha un campo recién plantado? Eso ya no es un problema.
Asimismo, otra de las funciones planteadas por los investigadores es la posibilidad de observar el estado de la cosecha, a través de imágenes multiespectrales y térmicas. Con esas fotografías, tomadas de manera automatizada y por control remoto, se analizará tanto el rendimiento de la huerta como si hay alguna enfermedad. "Esta inspección exhaustiva reducirá las pérdidas anuales, especialmente de leguminosas y cereales", señala el comunicado.
"El objetivo es que, una vez se haya desarrollado el producto, el agricultor pueda hacer uso de este dron y supervise el campo sin necesidad de estar sobre el terreno", explican. El prototipo registrado se ha desarrollado mediante colaboración público-privada entre el Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) y la empresa Área Verde.