Madrid, ciudad de acogida para miles de personas, tierra de oportunidades para quienes buscan una nueva esperanza. Capital de la gastronomía, la cultura y los monumentos. No importa de dónde vengas ni quién seas, porque Madrid siempre te recibe con los brazos abiertos.
De hecho, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunidad de Madrid cuenta con 1.218.764 extranjeros, lo que representa un 17 % del total regional. En la capital, el padrón municipal registra 3.527.924 personas empadronadas, de las cuales el 20 % tiene nacionalidad extranjera –es decir, unos 705.600 residentes–. Estas cifras consolidan a la Comunidad como una de las regiones más multiculturales de España.
Paradójicamente, quienes viven en esta ciudad abierta y diversa, encuentran dificultades cuando son ellos quienes viajan fuera. Cada verano, miles de madrileños huyen del calor abrasador, el asfalto y el bullicio de la capital en busca de tranquilidad en playas, pueblos y zonas de montaña. Sin embargo, esta costumbre estival ha dejado de ser vista como algo inofensivo y, en muchos destinos, especialmente costeros, ha alimentado el auge de la llamada ‘madrileñofobia’, un creciente sentimiento de rechazo hacia los turistas procedentes de Madrid.
El 68,5% de los madrileños percibe actitudes negativas
Según datos del Observatorio de la Federación Madrileña de Agencias de Viajes, en 2024 más del 99% de los madrileños viajó fuera de la región durante julio y agosto. Pero su presencia masiva no siempre es bienvenida. Un reciente estudio sociológico realizado por la empresa de movilidad Zity by Mobilize revela que el 68,5% de los madrileños encuestados afirma haber percibido actitudes negativas por parte de los residentes de los destinos que visitan, simplemente por su lugar de procedencia.
El rechazo, que comenzó como un meme en redes sociales con frases como "me he comprado un perro para que ladre a las matrículas de Madrid", se ha transformado en una corriente de malestar palpable en lugares como Galicia o la Comunidad Valenciana. Estas regiones lideran el "ranking" de incomodidad ante el turismo madrileño, criticando precios elevados, costumbres impuestas y actitudes percibidas como arrogantes.
Los madrileños no tenemos derecho a veranear en ningún sitio de España
— La Caja de Pandora (@Cassandracass50) August 1, 2025
Cuanto antes lo asumais, mejor, salvo a Alicante donde jamás he visto ninguna mala cara ni una grosería
Lo q leo cada verano sobre nosotros, da asco.
Luego vas a Puerta de Hierro y ambulancias de toda España.
Algunas manifestaciones de esta tensión han llegado incluso al cierre temporal de negocios. Es el caso del bar gallego Puerto Martina en la Playa Mera, en La Coruña, que el año pasado se hizo viral tras cerrar en pleno puente de agosto. "Es un turismo altivo, que exige mucho y consume poco. Estamos hartos de los ‘fodechinchos’", explica María en esRadio, la encargada del local, en referencia a turistas que pedían cerveza sin burbujas o cuestionaban la calidad del agua frente a la de Madrid.
El estudio revela además que uno de cada dos madrileños ha sentido rechazo o trato diferenciado en otros puntos de España, y el 59,5% reconoce que le molesta que se hable del turismo madrileño como si fuera "una plaga".
Guía del Buen Turista Madrileño
Ante esta situación, la empresa Zity ha lanzado la Guía del Buen Turista Madrileño, una publicación con tono humorístico que busca mejorar la imagen del visitante de la capital. Incluye consejos como respetar los espacios de aparcamiento, no intentar comparar todo con Madrid o preguntar si se acepta pago con tarjeta antes de consumir.
Pilar García, directora de comunicación y marketing de la empresa, explica en el programa En casa de Herrero, de esRadio, que la encuesta surge porque, por primera vez, su servicio de alquiler de coches en Madrid permite viajar a cualquier punto de España. Ante esta expansión, les preocupaba cómo serían recibidos fuera de la capital, especialmente por el creciente "runrún" de la madrileñofobia. "Ya que íbamos a salir, decidimos prepararnos… y hacerlo con humor. Por eso nació la guía", señaló.
Añade que la publicación incluye "un montón de consejos elaborados por personas que viven en Madrid, pero que son gallegos, valencianos o zaragozanos… ¿Quién mejor que ellos, que saben perfectamente cómo nos comportamos cuando salimos fuera?".
Así, dependiendo del tipo de turista –si es de pueblo, cosmopolita o gastronómico– se proponen recomendaciones específicas que van desde respetar los espacios de aparcamiento hasta preguntar siempre si aceptan pago con tarjeta antes de consumir. "Nos encanta intentar meter el coche hasta la arena de la playa o la punta del espigón para no andar demasiado", admite entre risas Pilar, haciendo referencia a los madrileños.
Asimismo, la directora de comunicación de la empresa subraya la importancia de entender que los usos y costumbres fuera de la M-50 "no son ni mejores ni peores, simplemente distintos, y compararlos constantemente con Madrid suele molestar".
La guía apuesta por el respeto y la empatía para suavizar tensiones, ya que, según el estudio, tras los madrileños, los turistas peor valorados en muchos destinos son los catalanes y los andaluces. "Quizá tengamos que hacer una guía por comunidades… o mejor aún, una guía de turismo responsable, porque al final el problema es el turismo masivo concentrado en un corto espacio de tiempo. Eso genera agobio, especialmente en pueblos pequeños, aunque también riqueza y empleo. Entiendo que debe compensar, porque si no, mucha gente no podría vivir del turismo", concluye.