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Batalla campal en Roma: queman un edificio de Defensa, asaltos a iglesias...

La marcha de indignados en Roma se ha convertido en una auténtica batalla campal con furgones policiales ardiendo y con varios agentes heridos.

Los enfrentamientos entre la policía y varios centenares de encapuchados durante la manifestación de los "indignados" convirtieron a Roma en el escenario durante más de cuatro horas de una batalla campal, que acabó con decenas de heridos entre manifestantes y agentes e importantes daños materiales.

La policía tuvo que cargar en numerosas ocasiones contra grupos de violentos y usar los chorros de agua a presión para dispersarlos creando momentos de pánico entre el resto de manifestantes.

La manifestación de los "indignados" italianos había comenzado pacíficamente y con la satisfacción de haber convocado, según los organizadores, a más de 200.000 personas llegadas de todo el país.

Sin embargo, tras una hora de marcha, a la altura de la calle Cavour, comenzaron los primeros altercados cuando un grupo de encapuchados, vestidos de negro, incendiaron varios vehículos y asaltaron varias tiendas, sede de bancos y una agencia de trabajo temporal.

Después los altercados continuaron en la calle Labicana donde el grupo de violentos arrasó y prendió fuego a dos plantas de una sede del Ministerio de la Defensa, que terminó completamente destrozada e incluso se derrumbó el techo. Igualmente, asaltaron una iglesia y destrozaron varias imágenes.

Aunque las escenas más violentas se vivieron en la Plaza de San Juan de Letrán poco después de que llegase la cabeza de la manifestación, cuando la policía intervino lanzando chorros de agua a presión y gases lacrimógenos para dispersar al grupo de violentos que aumentaba poco a poco.

Unos 200 encapuchados arrojaron piedras y objetos y asaltaron los vehículos blindados de los carabineros (policía militar). Los encapuchados consiguieron tras numerosos intentos incendiar un camión blindado de los carabineros, pero los dos ocupantes lograron huir del vehículo antes de que se propagasen las llamas.

Tras el incendio del blindado, la policía antidisturbios consiguió dispersar al grupo de los violentos y la plaza volvió a la calma, aunque los enfrentamientos continuaron en otra de las calles aledañas.

Según fuentes de los servicios médicos, cerca 20 manifestantes y treinta agentes tuvieron que ser atendidos tras los incidentes. La mayoría debido a las heridas producidas al ser alcanzado por algún objeto.

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