
LD (EFE) En presencia del líder supremo de Irán, Alí Jameneí, y en presencia de los más importantes cargos políticos del país, el conservador Mahmud Ahmadineyad prestó juramente como nuevo presidente de la República Islámica iraní. Ahmadineyad, que sucede al reformista Mohamed Jatamí, se convierte así en el séptimo mandatario desde el triunfo de la revolución de los ayatolás en 1979.
En una ceremonia celebrada en la principal mezquita de Teherán, el líder supremo iraní entregó al presidente una carta con la que ratificó su victoria en las elecciones del pasado junio y le convirtió en el nuevo presidente del país. Ahmadineyad, de 49 años y ex alcalde de Teherán, consiguió una victoria abrumadora sobre su rival, el ex presidente Hashemi Rafsanyani, en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el pasado 24 de junio.
En un discurso en la ceremonia, el nuevo presidente no se refirió al programa nuclear iraní -que Teherán asegura que tiene fines pacíficos-, pero abogó por "la eliminación de las armas de destrucción masiva de todo el mundo", al considerar que "amenazan la humanidad". También consideró que la "política de doble rasero es la principal causa de los conflictos en el mundo".
Aunque no mencionó nombres, Ahmadineyad aludía al parecer a EEUU y a otros países occidentales que presionan a Teherán para que no reanude el proyecto de enriquecimiento de uranio. La Unión Europea ya ha advertido que acudirá, junto con Washington, ante el Consejo de Seguridad de la ONU si Teherán reanuda las actividades de conversión de uranio en su central de Isfahán, tal y como lo anunció este lunes.
