LD (EFE)
En un discurso pronunciado en la ciudad de Kalbaykan, en el centro de Irán, el presidente Mahmud Ahmadineyad dijo que "cualquier resolución nueva (del Consejo de Seguridad de la ONU) contra las actividades nucleares iraníes supondría la destrucción de los puentes (diálogo con Irán) de parte de las grandes potencias".
Este jueves, el presidente de EEUU, George Bush, pidió el endurecimiento de las sanciones contra Irán y afirmó que hablará con los líderes de Rusia y China para lograr aislar al régimen de Teherán. Por su parte, el nuevo ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, se pronunció a favor de la adopción "rápida" de nuevas sanciones contra Irán si no suspende el enriquecimiento de uranio.
En cambio, según la agencia de noticias IRNA, recalcó que "la República Islámica no suspenderá sino acelerará las actividades de sus centrifugadores porque queremos ser un país exportador del combustible nuclear". Insistió en que "si optáis por un camino que no sea la justicia y adoptáis una nueva resolución contra nuestro pueblo, que sepáis que Irán hará caso omiso de vuestras resoluciones".
Ahmadineyad también consideró que las resoluciones aprobadas en el pasado por el Consejo de Seguridad contra Irán por su negativa a abandonar el enriquecimiento de uranio "fueron adoptadas bajo presión de las potencias arrogantes, por lo que no tendrán ningún efecto y les dañarán a ellos más que a Irán".
El presidente iraní recordó que la República Islámica "había suspendido de forma voluntaria durante dos años el enriquecimiento de uranio para construir la confianza (con la comunidad internacional). Pero ellos (Occidente) querían, además, que cerráramos las universidades y los centros de investigación relacionados con los estudios nucleares .. así nos habían informado".
