LD (EFE) Unos 85.000 policías y soldados, iraquíes y estadounidenses, han sido desplegados por Bagdad como parte del plan de seguridad para la capital de Irak diseñado por el Gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki. El anuncio oficial lo hizo el mandatario en un discurso pronunciado en la ciudad santa chií de Kerbala.
El anuncio llega horas después de que el Gobierno decretase el cierre durante un mínimo de tres días de las fronteras con Irán y Siria, los dos países vecinos acusados con frecuencia -especialmente por EEUU- de fomentar o tolerar la infiltración desde sus territorios de terroristas en Irak.
Al-Maliki aseguró también que su Gobierno está decidido a luchar contra la corrupción y todos aquellos que roban las riquezas del pueblo iraquí. Pidió a "a todos, árabes y kurdos, cristianos y musulmanes, que dejéis de lado las consideraciones comunales, partidistas, sectarias o étnicas en pro de un Irak fuerte y unido, firmemente anclado en nuestros valores y principios".
