
L D (Agencias) "Estoy lanzando la última advertencia y la última palabra al Gobierno iraquí. O entra en razón y toma el camino de la paz (...) o será igual que con el Gobierno anterior", afirmó Al-Sadr en referencia al régimen de Sadam Husein. "Si no entran en razón y ponen freno a la infiltración de las 'milicias 'declararemos una guerra abierta hasta la liberación", declaró.
Por otro lado, el Gobierno iraquí dijo que "no hay nada que negociar" con el clérigo chií Muqtada al-Sadr, después de que éste amenazase el sábado con una guerra abierta si las tropas iraquíes y estadounidenses no cesan la ofensiva contra sus seguidores. "El Gobierno tiene como objetivo a los criminales y no a una facción particular", aseguró el portavoz gubernamental, Ali al-Dabagh, en declaraciones a la agencia iraquí Aswat al-Iraq.
Esto supone la primera reacción oficial al comunicado hecho público a última hora del sábado por Al-Sadr, en el que amenazaba con una "guerra abierta" contra las fuerzas iraquíes y estadounidenses que supondría la ruptura oficial de la tregua que declaró en agosto del año pasado para las actividades de su grupo terrorista, formado por cerca de 50.000 personas.
"No tenemos negociaciones ni contactos directos con el movimiento de Al-Sadr porque no hay nada que negociar con ellos, pero tampoco tenemos problemas con las facciones políticas", explicó Al-Dabagh. El portavoz reiteró el llamamiento a que Al-Sadr entregue las armas.
Las fuerzas de seguridad iraquíes comenzaron el pasado 25 de marzo la operación "Carga de la Caballería" en la ciudad meridional de Basora contra quienes ha denominado como "criminales", que para los "sadristas" son los miembros de los terroristas del "Ejército del Mahdi", leal a Muqtada.
