
LD (EFE) En un mensaje difundido por la televisión estatal de Kirguizistán, el presidente Kurmanbek Bakiev ha dicho que su Gobierno está abierto a "cualquier tipo de negociaciones en aras de la estabilidad en el país y la tranquilidad de los ciudadanos, aunque parece que esto no encaja en los planes de la oposición radical". Pero, también advirtió que responderá con firmeza posibles desordenes.
La oposición, que acusa a Bakiev de desaprovechar las conquistas democráticas de la "Revolución de los Tulipanes" de marzo de 2005 y de no aplicar reformas, planea iniciar este miércoles una multitudinaria protesta indefinida en Bishkek para exigir la salida del presidente y una nueva Constitución. Para ello, miles de opositores, que este lunes celebraron mítines en las principales ciudades del país, se desplazan hacia Bishkek para concentrarse en dos céntricas plazas.
En su mensaje, Bakiev reconoció que el país vive una profunda crisis política, pero aseguró que él hizo numerosas concesiones a la oposición con el único fin de "mantener la estabilidad y unidad del país y preservar el estado kirguís". En el último de esos gestos, el presidente confirió en marzo la jefatura del Gobierno al líder opositor, Almaz Atambayev, que a finales de 2006 había encabezado las protestas populares contra el actual régimen.
De esta forma, dijo, él cumplió la demanda de la oposición sobre un Gobierno de coalición, y también reformó la televisión pública y creó un grupo de trabajo encargado de redactar la nueva Carta Magna. Afirmó entonces que "todas las demandas de la oposición fueron escuchadas y cumplidas y hoy por hoy no quedan razones para sacar a la gente a la calle. Por tanto declaro que los organizadores de esas acciones cargarán con toda la responsabilidad por posibles acciones ilegales".
Bakiev agregó que "nadie se propone dispersar a los manifestantes" ni prohibir las protestas, que están permitidas por la ley, pero que "no deben alterar la vida normal de la ciudad y los ciudadanos". Pero, advirtió que "las fuerzas del orden adoptarán las medidas más duras para reprimir las violaciones de la ley y castigar a los culpables en caso de que surja el más mínimo peligro para la seguridad de los ciudadanos y visitantes del país".
