LD (EFE) Testigos y fuentes de seguridad palestinas explicaron que los helicópteros sobrevolaron de noche la ciudad de Gaza y dispararon cinco misiles contra un campo de entrenamiento deportivo que había sido instalado hace dos meses en el barrio de Tufah por Hamas.
"¡Alá u-Akbar! (¡Dios es el Todopoderoso!)", gritaban decenas de palestinos que acudieron al lugar para trasladar a los heridos, todos ellos personas muy jóvenes que llenaban el campo en el momento del ataque. Enseguida, ambulancias y camiones de bomberos se desplegaron en torno al campo mientras los vecinos trataban de evacuar a los heridos cargándolos sobre sus espaldas y depositándolos sobre vehículos particulares y sanitarios para trasladarlos al hospital.
El campo deportivo lleva el nombre del jeque Ahmed Yasín, fundador de Hamas, asesinado en Gaza en abril pasado. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó el ataque israelí y consideró que se trata de un nuevo intento del Gobierno de Ariel Sharon de abortar una salida pacífica al conflicto.
La ANP condena el bombardeo
En declaraciones a la prensa tras concluir la reunión de su gabinete, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Abú Ala dijo que "no hay crimen sin castigo" y que si Hamas venga la muerte de los catorce palestinos, ello "estará justificado".
Por su parte, un grupo de rabinos ha instado al Ejército y al Gobierno de Israel a endurecer las operaciones militares en los territorios autónomos palestinos, aún a costa de la muerte de civiles palestinos, porque "nuestras vidas están primero". Esa petición ha sido enviada por carta al ministro de Defensa, Shaúl Mofaz, y firmada por prominentes rabinos de yeshivas (escuelas rabínicas) de asentamientos erigidos en territorios palestinos de Gaza y Cisjordania.
Los líderes religiosos indican que "esta no es una guerra en el mundo en la que se pueda distinguir enteramente entre la población y el enemigo, como tampoco lo es en la guerra de EEUU en Irak; la guerra de Rusia en Chechenia; ni tampoco la guerra de Israel contra sus enemigos (...). Los cristianos que predican que hay que poner la otra mejilla, no nos asustan y no nos impresionarán aquellos que prefieren la vida de nuestros enemigos a la nuestra". Y adjuntan la frase del rabino Akiva que responde; "Nuestras vidas están primero".