L D (EFE) Además, los colonos de los "jóvenes de las colinas" derramaron gasolina para intentar impedir el desalojo por la fuerza. Ante el peligro de que pudieran prenderse, policías y soldados destruyeron estos asentamientos ilegales. Dichos asentamientos ilegales, llamados "maajazim" ("agarraderos"), son levantados con medios precarios por extremistas israelíes sin el imprescindible permiso oficial.
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon se comprometió con el Gobierno de Estados Unidos a erradicarlos, pero casi todos los intentos fracasaron pues los extremistas volvieron a levantarlos. La operación junto al asentamiento de Itzhar, vecino de la populosa ciudad palestina de Naplusa, en el norte de Cisjordania, coincidió con una agria y nueva polémica entre los colonos y el Poder Ejecutivo por la evacuación del territorio palestino de Gaza y el desmantelamiento de 25 asentamientos de esa zona y Cisjordania.
Dirigentes del Consejo de los Asentamientos (Yesha) advirtieron este domingo al comandante de las Fuerzas Armadas, general Moshé Yaalón, que "miles de soldados se negarán a cumplir la orden", en referencia a los que residen en los asentamientos o militan en organizaciones de la derecha ultranacionalista, contraria a la retirada.
