LD (EFE)
Rasmussen resaltó que la reestructuración en Irak obedecía a los planes fijados en su momento por la coalición internacional para que el Gobierno de ese país fuera asumiendo el control en las provincias del sur, y que se trataba de una decisión consensuada con sus socios británicos y las autoridades iraquíes. Asimismo, negó que Bush le hubiera propuesto trasladar las tropas danesas de la provincia sureña de Basora a Bagdad.
El plan del Gobierno liberal-conservador danés incluye el envío de 4 helicópteros de observación y 55 soldados al sur de Irak de agosto a diciembre de este año, así como el aumento del personal danés para las labores de entrenamiento de las fuerzas militares y policiales iraquíes.
El Ministerio de Exteriores establecerá a partir de marzo una unidad central en Bagdad con una decena de asesores que prestarán su ayuda a las autoridades iraquíes en áreas como agricultura, sistema judicial y derechos humanos. Dinamarca destinará una partida extra de 90 millones de coronas danesas (12 millones de euros) a tareas de reconstrucción en Irak, y otros 100 millones (13,4 millones de euros) a ayuda humanitaria y a los refugiados iraquíes en países vecinos.
Tanto el primer ministro danés como su titular de Asuntos Exteriores, Per Stig Moller , resaltaron que el plan no significaba un debilitamiento de la contribución danesa, sino una adaptación a una nueva situación en la que el Gobierno iraquí asumía el control progresivo de la seguridad según lo planeado. Møller informó de que el ministro de Exteriores iraquí, Hushiar Zibari , viajaría el próximo lunes a Copenhague para reunirse con él.
Rasmussen señaló que presentaría su propuesta al Parlamento en las próximas semanas y que, aunque cuenta con el apoyo del ultranacionalista Partido Popular Danés, que le garantiza la mayoría absoluta, buscaría el consenso con el mayor número de fuerzas posibles.
Sobre el incremento del contingente danés en Afganistán, que asciende a unos 400 soldados, Rasmussen evitó dar cifras concretas, aunque habló de una fuerza total cercana a los 600 hombres. Además de con los líderes iraquí, británico y estadounidense, Rasmussen conversó telefónicamente con el primer ministro de Lituania, Gediminas Kirkilas , ya que este país contribuye con unos 50 soldados al batallón danés en Basora, en la zona bajo control británico.
El plan del Gobierno liberal-conservador danés incluye el envío de 4 helicópteros de observación y 55 soldados al sur de Irak de agosto a diciembre de este año, así como el aumento del personal danés para las labores de entrenamiento de las fuerzas militares y policiales iraquíes.
El Ministerio de Exteriores establecerá a partir de marzo una unidad central en Bagdad con una decena de asesores que prestarán su ayuda a las autoridades iraquíes en áreas como agricultura, sistema judicial y derechos humanos. Dinamarca destinará una partida extra de 90 millones de coronas danesas (12 millones de euros) a tareas de reconstrucción en Irak, y otros 100 millones (13,4 millones de euros) a ayuda humanitaria y a los refugiados iraquíes en países vecinos.
Tanto el primer ministro danés como su titular de Asuntos Exteriores, Per Stig Moller , resaltaron que el plan no significaba un debilitamiento de la contribución danesa, sino una adaptación a una nueva situación en la que el Gobierno iraquí asumía el control progresivo de la seguridad según lo planeado. Møller informó de que el ministro de Exteriores iraquí, Hushiar Zibari , viajaría el próximo lunes a Copenhague para reunirse con él.
Rasmussen señaló que presentaría su propuesta al Parlamento en las próximas semanas y que, aunque cuenta con el apoyo del ultranacionalista Partido Popular Danés, que le garantiza la mayoría absoluta, buscaría el consenso con el mayor número de fuerzas posibles.
Sobre el incremento del contingente danés en Afganistán, que asciende a unos 400 soldados, Rasmussen evitó dar cifras concretas, aunque habló de una fuerza total cercana a los 600 hombres. Además de con los líderes iraquí, británico y estadounidense, Rasmussen conversó telefónicamente con el primer ministro de Lituania, Gediminas Kirkilas , ya que este país contribuye con unos 50 soldados al batallón danés en Basora, en la zona bajo control británico.