LD (EFE) El vicepresidente de dicho consejo, Dieter Graumann, calificó de "paso valiente" la decisión alemana de boicotear esa conferencia al igual que otros países occidentales como EEUU, Holanda e Italia, aunque lamentó que la Unión Europea no fuese capaz de acordar una postura común al respecto.
"Es una vergüenza que Europa se muestre tan dividida en esta cuestión", señaló Graumann, quien subrayó que "una política exterior común europea sigue siendo, lamentablemente y en la actualidad, pura ilusión".
Steinmeier anunció anoche que Alemania no participará en la Conferencia Mundial del Racismo, ante el temor de que sea instrumentalizada como "plataforma para otros intereses" como ocurrió con su antecesora celebrada en 2001. El ministro de Asuntos Exteriores explicó que la decisión había sido adoptada después de consultar con los socios de la Unión Europea (UE) y la presidencia checa de turno.
El viceportavoz del gobierno, Thomas Steg, insistió el pasado viernes en los temores de Berlín y aludió a la "responsabilidad" de Alemania frente al Estado de Israel y a su compromiso en la lucha contra toda forma de antisemitismo. La Conferencia Mundial del Racismo ha quedado manchada de antemano por las acusaciones de antisemitismo y la presencia entre los oradores del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, enemigo declarado de Israel.
Unas 180 delegaciones participarán en la Conferencia, que han decidido boicotear Israel, Canadá, Estados Unidos, Italia, Australia, Holanda y ahora Alemania y Nueva Zelanda por considerar que es una cita de abierto carácter antisemita.