L D (EFE) El documento prevé que, entre los próximos días 13 al 25, ambos bandos depositarán sus armas ligeras en contenedores blindados y retiraran de los frentes de batalla las pesadas, además de eliminar todas las barreras y obstáculos que desde el inicio del conflicto hace año y medio dividieron el país en dos.
También está previsto el acuartelamiento de las tropas, mientras que las zonas neutrales creadas, "pasillos de paz", continuarán siendo patrulladas por los 4.000 soldados franceses desplegados en Costa de Marfil y el millar procedente de varios países de Africa del Oeste. Los observadores afirman que el cumplimiento sin contratiempos del desarme y acuartelamiento de las dos fuerzas abre un "camino firme" para la implementación del proceso de paz, alcanzado en enero pasado en Marcoussis (Francia) y que durante más de tres meses ha quedado estancado con el peligro de la reanudación del conflicto armado.
El único punto pendiente de resolver es el retorno al Gobierno de Transición de Unidad Nacional (GTUN), encabezado por el primer ministro, Seydou Diarra, de los ex rebeldes designados, quienes boicotearon la nueva administración el pasado septiembre por el "incumplimiento" por parte del presidente del país, Laurent Gbagbo, de los acuerdos de paz.
Fuerzas Nuevas (FN), partido político formado por los grupos ex rebeldes, insiste en que antes del retorno de sus ministros al GTUN deberán primero solucionarse las cuestiones pendientes pactadas. Estas se refieren principalmente al traspaso de más amplios poderes de Gbagbo a Diarra, y que estos permanezcan vigentes hasta la convocatoria de elecciones generales en 2005.
Dentro de la nueva dinámica que parece haber tomado la puesta en práctica del proceso de paz en Costa de Marfil, el anuncio de Gbagbo de viajar a Bouake, cuartel general de la ex rebelión en el centro del país, es, según los expertos, otro "signo positivo" para la consolidación de las nuevas estructuras de transición.
