L D (EFE) Rafsanjani -uno de los poderes en la sombra en Irán- hizo oídos sordos a la petición del ministro Abdelvahid Musavi Lari, que se suma a una similar de los 27 gobernadores provinciales iraníes, y este viernes pidió en su sermón semanal "una participación masiva" en los comicios.
En el complejo sistema político iraní, el ministro Abdelvahid Musavi Lari es el encargado de organizar las elecciones, pero la decisión final sobre la celebración de los comicios no pasa por él, sino que la toma el Consejo de Guardianes de la Constitución (CGC), instancia que ha desencadenado la crisis actual.
El CGC descalificó a mediados de mes 3.600 candidaturas de un total de 8.000, y los vetados, casi todos del campo reformista, levantaron tal oleada de protesta que obligaron a intervenir a la primera autoridad de la República Islámica, el Líder Supremo Ali Jamenei, quien pidió al CGC revisar su decisión, que había dejado fuera de la carrera electoral incluso a 80 diputados. El CGC recapacitó y levantó el veto sobre algo más de un millar, lo que ha sido considerado claramente insuficiente por los reformistas, y el presidente Mohamed Jatami ha advertido de que no piensa admitir ninguna descalificación que considere "injusta".
El ministro del Interior señaló este viernes que "con objeto de preparar el terreno para unas elecciones limpias, pido un retraso" (de los comicios), en una carta dirigida a Ahmad Jannati, jefe del CGC, instancia que tiene la última palabra sobre la celebración de los comicios. El ministro se hacía eco de una carta enviada previamente por los 27 gobernadores del país, quienes también pidieron el pasado miércoles retrasar la fecha de votación ante la "imposibilidad de celebrar unos comicios libres y justos". Los gobernadores aseguraban haber llevado a cabo "sondeos globales por todo el país", que les llevaron a la conclusión de que "es actualmente imposible (garantizar) una competición aceptable, en la que se respete el derecho del pueblo a unas elecciones libres y limpias".
Mientras que el Gobierno de Jatami y el Parlamento, además de los gobiernos provinciales, están controlados por los reformistas, el poder real descansa sobre el Líder Supremo de la República y otras instituciones tan peculiares del régimen iraní como el CGC o el Consejo de Determinación, presidido por Rafsanjani. Este dijo este viernes en su sermón semanal de la Universidad de Teherán -la principal tribuna política del país- que espera "que los iraníes acudan masivamente a las urnas" porque "todo iraní religioso debe ir a votar". El ex presidente enfatizó que las autoridades "deben estar vigilantes y no permitir que los enemigos cumplan sus viles objetivos", dijo en alusión a EEUU, que "ya ha desplegado sus fuerzas al este y al oeste del país", en referencia a Irak y Afganistán, ambos vecinos de la República Islámica.
