LD (EFE) Las autoridades de París han decretado el estado de emergencia para impedir que se produzcan incidentes violentos en las calles de francesas para despedir el 2005 y festejar la entrada del 2006. Los servicios de seguridad han movilizado a unos veinticinco mil agentes, medida que, según sus detractores, no se justifica.
Decretado el ocho de noviembre y ampliado tres meses por el Parlamento, ese medida excepcional estará en vigor hasta el 21 de febrero, salvo si el Gobierno conservador decide derogarla. Con altercados o sin ellos, lo cierto es que el fenómeno de los coches quemados en Francia, donde arden una media de cien vehículos cada noche, ha adquirido la categoría de "deporte nacional" y es único en Europa.
En la pasada Noche Vieja, 330 vehículos resultaron calcinados, 324 en 2003 y 379 en 2002, según cifras oficiales. Con esos antecedentes, como cada año, la movilización policial es extrema, aunque durante estas fiestas el despliegue se ha reforzado en las zonas conflictivas, con seis mil agentes suplementarios.
