
Kerry, senador por Massachusetts, evitó el triunfalismo e insistió el martes por la noche en Virginia en que irá "paso a paso" antes de pensar en que tiene la candidatura en el bolsillo. El senador sigue ignorando a sus rivales y centra sus discursos de campaña en atacar al presidente George W. Bush.
Víctorias importantes
Las victorias de Kerry en Virginia y Tennessee fueron importantes porque el senador demostró que un liberal de Massachusetts (nordeste del país) también puede convencer a los votantes del sur, que tradicionalmente son más conservadores que los del norte. Kerry, que acumula 12 victorias en los 14 procesos electorales celebrados hasta la fecha -siete de ellas con más del 50 por ciento-, puede presumir ahora de que ha ganado en todas las zonas del país.
Esta imagen de solidez ha llevado a algunas personalidades demócratas a defender la necesidad de cerrar filas en torno a Kerry cuanto antes para preparar con tiempo el asalto a la Casa Blanca. Pero por el momento, ni Edwards, el segundo más fuerte en esta carrera, ni Dean, que empezó como claro favorito y ha quedado relegado hasta el cuarto puesto en las últimas consultas, creen llegado el momento de dar por terminada la batalla.
