
LD (EFE) Win Tin, el preso político más veterano de Birmania al haber estado encarcelado durante casi dos décadas, ha sido puesto en libertad tras la amnistía declarada por la dictadura militar concedida a 9.001 prisioneros. Vistiendo aún el uniforme de recluso y alas puertas de la tenebrosa prisión de Insein, a las afueras de Rangún, dijo: "Seguiré luchando hasta que haya democracia en este país".
El periodista de 78 años fue detenido en 1989 por repartir propaganda contra el régimen birmano y sentenciado a veinte años de cárcel en Insein, donde no podía recibir visitas desde que en 2006 se negó a participar en trabajos forzados. Allí, los presos políticos malviven en condiciones infrahumanas, hacinados en minúsculas celdas y bajo la amenaza constante de la tortura, según Amnistía Internacional.
La Junta Militar anunció la liberación de los 9.002 prisioneros por haber mostrado "buenos valores morales" ante la celebración de elecciones democráticas en 2010. Sin embargo, los comicios, incluidos en la llamada "hoja de ruta" del régimen hacia la democracia, son considerados un engaño por la oposición, pues la nueva Constitución establece que los militares seguirán controlando al Parlamento que salga elegido.
La amnistía se produce unos días antes del primer aniversario de las marchas a favor de la democracia encabezadas por los monjes budistas, que se saldaron de forma trágica con la muerte de decenas de personas a manos de las fuerzas de seguridad.
