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Las aerolíneas acusan a los gobiernos de haber exagerado las medidas de precaución

Cinco días después de la erupción del Eyjafjällajokull, las cuentas de las compañías están tan agotadas como los pasajeros atrapados en los aeropuertos. Y la discusión entre gobiernos y empresas sobre la seguridad de los cielos europeos no ha hecho más que comenzar.

En Europa, la decisión sobre si un avión puede o no puede despegar por las condiciones atmosféricas depende directamente de las autoridades nacionales. Es un sistema diferente al de EEUU en el que existe un modelo híbrido en el que las aerolíneas tienen capacidad de decisión (aunque no completa, también el poder político puede cerrar el espacio aéreo en una determinada área).

Por eso, este lunes, las compañías, que ven aumentar sus pérdidas y caer el valor de sus acciones según van pasando los días y las cenizas se siguen expandiendo, han exigido a las autoridades europeas que les permitan reanudar su actividad. Y lo han hecho con pruebas, las de los 35 vuelos de prueba (sin pasajeros) que han realizado en los últimos días y que han dado resultado positivo. Precisamente han sido estos ensayos los que han llevado a Eurocontrol a pedir a las autoridades comunitarias la apertura paulatina de los cielos del continente.

También la Asociación Internacional del Tráfico Aéreo (IATA) se ha unido a la postura de las compañías y ha mostrado su "insatisfacción" por el "caos" generado por la gestión de las autoridades europeas.

Quizás la más vehemente en la crítica ha sido British Airways (el nuevo socio de Iberia), que ha calificado de innecesarias las restricciones y ha reclamado que son las compañías “las mejor posicionadas para evaluar toda la información disponible y determinar qué riesgos hay para el aparato y los pasajeros”. Una opinión con la que no está de acuerdo el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, que reivindicó el papel de los estados en la toma de este tipo de decisiones.

La prueba de British Airways

En este sentido, la aerolínea British Airways (BA) consideró que las actuales restricciones impuestas en el espacio aéreo, debido a la nube de ceniza procedente de un volcán islandés, son "innecesarias" en base a los vuelos de prueba realizados por ésta y otras compañías.

Los resultados obtenidos hasta la fecha por el vuelo de prueba de un avión de BA, así como los efectuados por otras aerolíneas europeas, "aportan nuevas pruebas de que las actuales restricciones en el espacio aéreo son innecesarias", según BA. La aerolínea se refirió así, mediante un comunicado, al vuelo en el que se embarcó el domingo por la tarde el consejero delegado de esta compañía, Willie Walsh, a bordo de un Boeing 747, que despegó desde el aeropuerto londinense de Heathrow y sobrevoló el Atlántico antes de aterrizar, de forma segura, en Cardiff (Gales).

En cuanto al análisis de los resultados del vuelo "exitoso" de prueba realizado el domingo por la tarde por BA, Willie Walsh reveló que estos indicaron que "no hay variaciones en el funcionamiento normal del aparato". En particular, la "caja negra" del avión, que subió a una altura de 40.000 pies (12,2 kilómetros) durante 46 minutos, mostró que todos los motores de éste habían funcionado "sin fallos durante la duración del vuelo".

Según este directivo, "las aerolíneas son las mejor posicionadas para evaluar toda la información disponible y determinar, en caso de que exista, qué riesgos hay para el avión, la tripulación y los pasajeros". El consejero delegado de BA reiteró, por último, que la seguridad es la "prioridad" de toda aerolínea.

IATA

También la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) criticó a los gobiernos europeos por su gestión de la crisis provocada por la erupción de un volcán en Islandia, y pidió cambios en el proceso de toma de decisiones. "Ya hemos ido lo suficientemente lejos en esta crisis para expresar nuestra insatisfacción sobre cómo la han manejado los gobiernos, sin análisis de los riesgos, sin consultas, sin coordinación, y sin liderazgo", señaló el director general de la IATA, Giobanni Bisignani.

El responsable del organismo recordó, en un comunicado, que las restricciones al tráfico aéreo impuestas desde el jueves pasado y que han creado un caos sin precedentes, cuestan a la industria aérea 200 millones de dólares diarios (unos 148 millones de euros) en ingresos no percibidos, "mientras la economía europea está sufriendo también millones de dólares en pérdidas".

La respuesta de la Comisión

Por su parte, la Comisión Europea negó este lunes que el cierre del espacio aéreo en Europa por la nube de ceniza volcánica haya sido una decisión "irracional". "Todas las decisiones tomadas hasta ahora se han basado en las directrices de seguridad de la Organización Internacional de Aviación Civil (ICAO)", recalcó en rueda de prensa el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas.

"No se pueden contradecir estas directrices" agregó Kallas, quien consideró que Europa no ha seguido los acontecimientos de forma "irracional". "No se puede decir que el sistema europeo haya fallado", señaló y explicó que se trata de un "acontecimiento sin precedentes" y que las medidas que se adopten deben basarse en datos científicos y no pueden comprometer la seguridad.

Preguntado acerca del sistema europeo en comparación al estadounidense, supuestamente más efectivo en estas situaciones, la CE explicó que en Europa la decisión de cerrar el tráfico aéreo depende directamente de las autoridades nacionales, mientras que en EEUU son los operadores quienes deciden. El comisario reconoció que la fragmentación causada por las distintas decisiones nacionales limita la disponibilidad del espacio aéreo europeo y afirmó que este será uno de los aspectos que analizarán esta tarde los ministros de los Veintisiete. No obstante, también subrayó que las decisiones deben basarse en datos científicos y no pueden comprometer la seguridad.

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