LD (EFE) La huelga de prisioneros palestinos comenzó en tres establecimientos penales, los de Nafha y Eshel, en el desierto meridional del Néguev, y en el de Hadarim, y se cree que tras la jornada del "Día del Prisionero palestino", el próximo miércoles, se les sumarán al menos otros 1.300 huelguistas.
El Servicio de Prisiones de Israel y la Policía de Jerusalén se encuentran en alerta en previsión de protestas y manifestaciones a favor de los huelguistas. El comandante del SPI, Yaacov Ganot, que al ser nombrado hace un año eliminó medidas como las que permitían a los prisioneros conversaciones por medio de teléfonos públicos en la cárcel, o con celulares, adelantó esta que los guardianes reprimirán cualquier motín si los prisioneros recurren a la violencia.
Además de los guardianes, estaban alerta los equipos médicos en las cárceles. La mañana de este domingo cesó la distribución de periódicos, se prohibió la venta de tabaco a los huelguistas y se les retiró de sus celdas los receptores de radio y televisión.
