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Nuevos hallazgos confirman que Sadam estaría dispuesto a usar armas químicas contra la coalición

Los bombardeos en el sur de Bagdad no se detienen, mientras los aliados prosiguen su avance hacia la capital, objetivo prioritario. Una semana después de iniciarse la guerra, los estrategas del Pentágono creen, cada vez con más certeza, que Sadam Husein podría usar armas químicas para defender la capital iraquí. Nuevos hallazgos vendrían a confirmar esta hipótesis.

L D (Nacho G. Mostazo) La capital de Irak ha amanecido sacudida por nuevas y potentes explosiones causadas por bombardeos aéreos centrados en el sur y en el centro. Los blancos prioritarios de la coalición son los dos anillos levantados por la Guardia Republicana de Sadam Husein para defender Bagdad. Mientras, las tormentas de arena han frenado el avance de las tropas aliadas, y el Séptimo de Caballería –que avanza por el suroeste– ha tenido que enfrentarse a tropas regulares iraquíes en Kerbala y Nayef, a unos 150 kilómetros al sur de la capital iraquí. Fuentes del Pentágono afirman que en dichos enfrentamientos habrían muerto al menos unos 500 iraquíes y que los combates habrían sido los mayores desde que se lanzó la ofensiva, el jueves pasado. Por el sureste, a más de 300 kilómetros de Bagdad, la 101 división Aerotransportada también avanza hacia la capital tras conquistar Nasiriya.

Precisamente en esta ciudad, tomada tras duros combates, los “marines” estadounidenses y británicos han inspeccionado un hospital donde encontraron 3.000 trajes NBQ (para guerra nuclear, biológica y química), así como municiones iraquíes y uniformes militares, según anunció el Comando Central aliado desde sus oficinas en Doha, la capital de Qatar. Este hecho, junto al hallazgo de máscaras antigás en decenas de trincheras a lo largo del desierto, vendría a confirmar que la Guardia Republicana –el cuerpo de elite del Ejército de Irak, responsables de la custodia de las armas químicas y biológicas que se supone que tiene el régimen de Sadam– podría usar dichas armas contra los aliados. No cabe otra explicación, ya que los iraquíes saben que la coalición anglo-estadounidense no va a utilizar armas químicas, por lo que sólo cabe deducir que quienes piensan usarlas son las tropas de Sadam.

Mientras, al sur de Irak, en Basora, tropas británicas siguieron combatiendo contra las fuerzas del régimen iraquí entre confusas informaciones sobre una revuelta de la población civil chií, con la ayuda de los soldados del Reino Unido. Una fuente castrense declaró a la televisión británica ITV que las fuerzas británicas abrieron fuego contra soldados iraquíes que trataban de contener a los sublevados, pero el ministro iraquí de Información, Moahamed Said al-Sahaf, negó que se hubiera producido una revuelta en Basora. El ministro, con un encendido tono propagandístico, achacó esa información al "sentimiento de frustración" de los aliados por su escaso avance en Irak, algo que no es cierto porque en apenas una semana han logrado llegar a las puertas de Bagdad. En el norte, esta noche han vuelto a producirse bombardeos de la coalición sobre la zona de Mosul, fronteriza con el Kurdistán iraquí.

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