L D (EFE)
En una reunión con periodistas, en la que trató el jueves varios temas, Powell también reiteró sus críticas a la construcción de un muro israelí en Cisjordania y señaló que el Gobierno acogerá sugerencias del Congreso de reducir la ayuda estadounidense para los asentamientos israelíes en ese territorio. "Hemos identificado algunos problemas. Tenemos preocupaciones y objeciones" respecto a ese proyecto, señaló Powell. "Todos instalamos cercos cuando los necesitamos en nuestra propiedad. Y lo hacemos de forma que no perjudique la propiedad del vecino ni los derechos de nadie", indicó.
Al referirse a los problemas de seguridad que se han agravado en Irak, Powell manifestó que se han creado fuerzas iraquíes para proteger las instalaciones de los servicios públicos "de manera que no se necesitarían fuerzas de la coalición en ellas", dijo Powell. Más de tres meses después de implantarse el control de la coalición liderada por EEUU y el Reino Unido en todo el país, los servicios públicos de Irak no se han normalizado debido al sabotaje y el saqueo. "Tal vez sea recomendable que nos apartemos un poco y permitamos que los iraquíes, que han comenzado a crear sus propias fuerzas, sean los que protejan esas instalaciones", agregó. "Tenemos que ser flexibles, ir tomando medidas según vaya cambiando la situación", expresó. Powell habló al intensificarse los ataques iraquíes contra soldados estadounidenses, y después de que 11 personas muriesen al estallar una bomba instalada en un automóvil frente a la embajada de Jordania en Bagdad.
Por otra parte, dos soldados resultaron heridos en una emboscada en la capital iraquí, 14 horas después de que otros dos murieran en un enfrentamiento, que elevó a 53 el número de estadounidenses muertos desde que el 1 de mayo pasado el presidente George W. Bush declaró el fin de la guerra. Una fuente del Pentágono indicó que, pese a la sugerencia de Powell, EEUU no modificará las funciones de seguridad que realizan sus unidades militares en Irak. Lawrence di Rita, portavoz del Pentágono, manifestó que en estos momentos hay más de 40.000 iraquíes armados que están encargados de llevar a cabo diversas tareas de seguridad.
Estados Unidos y sus aliados mantienen más de 156.000 efectivos militares en Irak desde el derrocamiento del presidente Sadam Husein en los primeros días de abril pasado. Pese a su sugerencia, Powell advirtió que las actividades de la resistencia serán resistidas duramente por las fuerzas de ocupación. "Es necesario que los terroristas sepan que nos dejaremos intimidar", dijo. "No tenemos la intención de quedarnos allí más de lo que sea necesario, pero sí para asegurarnos de que permitamos que el pueblo iraquí ponga en funciones una forma representativa de gobierno", dijo Powell.
La gravedad de la situación de seguridad en Irak fue admitida por la consejera de seguridad nacional de Bush, Condoleezza Rice. "Hay resabios del régimen y otros extremistas que están atacando el avance, como lo hicieron con la embajada de Jordania", dijo Rice el jueves en una convención de periodistas en Dallas (Texas). Añadió que los soldados de la coalición enfrentan "peligros mortales y el sacrificio por la paz y la seguridad del futuro".
Al referirse a los problemas de seguridad que se han agravado en Irak, Powell manifestó que se han creado fuerzas iraquíes para proteger las instalaciones de los servicios públicos "de manera que no se necesitarían fuerzas de la coalición en ellas", dijo Powell. Más de tres meses después de implantarse el control de la coalición liderada por EEUU y el Reino Unido en todo el país, los servicios públicos de Irak no se han normalizado debido al sabotaje y el saqueo. "Tal vez sea recomendable que nos apartemos un poco y permitamos que los iraquíes, que han comenzado a crear sus propias fuerzas, sean los que protejan esas instalaciones", agregó. "Tenemos que ser flexibles, ir tomando medidas según vaya cambiando la situación", expresó. Powell habló al intensificarse los ataques iraquíes contra soldados estadounidenses, y después de que 11 personas muriesen al estallar una bomba instalada en un automóvil frente a la embajada de Jordania en Bagdad.
Por otra parte, dos soldados resultaron heridos en una emboscada en la capital iraquí, 14 horas después de que otros dos murieran en un enfrentamiento, que elevó a 53 el número de estadounidenses muertos desde que el 1 de mayo pasado el presidente George W. Bush declaró el fin de la guerra. Una fuente del Pentágono indicó que, pese a la sugerencia de Powell, EEUU no modificará las funciones de seguridad que realizan sus unidades militares en Irak. Lawrence di Rita, portavoz del Pentágono, manifestó que en estos momentos hay más de 40.000 iraquíes armados que están encargados de llevar a cabo diversas tareas de seguridad.
Estados Unidos y sus aliados mantienen más de 156.000 efectivos militares en Irak desde el derrocamiento del presidente Sadam Husein en los primeros días de abril pasado. Pese a su sugerencia, Powell advirtió que las actividades de la resistencia serán resistidas duramente por las fuerzas de ocupación. "Es necesario que los terroristas sepan que nos dejaremos intimidar", dijo. "No tenemos la intención de quedarnos allí más de lo que sea necesario, pero sí para asegurarnos de que permitamos que el pueblo iraquí ponga en funciones una forma representativa de gobierno", dijo Powell.
La gravedad de la situación de seguridad en Irak fue admitida por la consejera de seguridad nacional de Bush, Condoleezza Rice. "Hay resabios del régimen y otros extremistas que están atacando el avance, como lo hicieron con la embajada de Jordania", dijo Rice el jueves en una convención de periodistas en Dallas (Texas). Añadió que los soldados de la coalición enfrentan "peligros mortales y el sacrificio por la paz y la seguridad del futuro".
