LD (EFE)
En un comunicado de prensa, el Servicio Federal de Cooperación Técnico-Militar de Rusia afirma que "el asunto del suministro a Irán de sistemas S-300 no es actual, no se está considerando y no se discute en estos momentos con la parte iraní". El ministro de Defensa de Teherán, Mustafá Mohamad Najar, aseguró recientemente que Moscú suministraría el equipo militar.
Los misiles de los S-300 tienen un alcance de hasta doscientos kilómetros de distancia, desde bajas alturas y hasta el "techo" máximo de los aviones de combate. Irán desea proteger con los sistemas antiaéreos rusos sus instalaciones estratégicas -administrativas, industriales y militares- como la primera central nuclear del país (Bushehr), que es construida por ingenieros rusos a orillas del Golfo Pérsico.
La nota añade que "entre Rusia e Irán prosigue la cooperación civilizada en la esfera de la defensa antiaérea en estricta consonancia con los requisitos internacionales sobre exportación de armas y las obligaciones internacionales".
Los móviles S-300 son considerados mucho más potentes que los también sistemas antiaéreos Tor M-1 que Irán compró a Rusia por casi mil millones de dólares en 2005, contrato que Israel describió como una "puñalada en la espalda". El miércoles el ministro de Defensa iraní, Mustafá Mohamad Najar, anunció el acuerdo con Rusia para la compra de sistemas S-300 y añadió que "la fecha de entrega del armamento se decidirá más tarde". Señaló que "los sistemas rusos garantizarán a Irán superioridad aérea sobre aviones y misiles enemigos".
Seguidamente, fuentes del complejo militar-industrial confirmaron a la agencia de noticias rusa Interfax los planes de suministro de los S-300, capaces de abatir misiles balísticos. El diario Kommersant también informó la víspera de la inminente entrega de cinco sistemas a Teherán por cerca de mil millones de dólares.
